El patio de la casa es un oasis de paz, armonioso y verde con arbustos de grosella, rododendros, hortensias y un gran abedul. Desde el salón se tienen vistas sin obstáculos a toda la superficie exterior verde del otro lado de la calle. No hay casas que le tapen el sol ni ofrezcan miradas indiscretas. El sofá, los escritorios y las sillas son las justas para no dar la sensación de espacio perdido. Las paredes están pintadas en blanco roto y el solado de listones madera natural encerada, que le aportan toda la calidez al espacio. Cada ambiente resultan amplios, acogedores y bien planificados y en el caso de la cocina se dipone de gran almacenamiento con una despensa original de 1920 y gabinetes de 1950. Además, en ella se invita a la socialización alrededor de la mesa. Desde la ventana se tiene una bonita vista del patio donde se encuentra el verdor precioso del jardín. La encimera de Silestone es extremadamente duradera con encolada debajo del fregadero, y en vez de azulejo se deja un acabado bruto de pared enyesada por encima de la superficie de trabajo. ¡Mi estancia preferida!
En definitiva se trata de un pequeño, elegante y acogedor apartamento que nada más entrar por la puerta, somos recibidos por una gran cantidad de luz de la ventana del salón. ¿No os parece un espacio lleno de serenidad?
¡Feliz fin de semana a todos!
Fotografías [] Stadshem
VirlovaStyle
TWITTER / FACEBOOK / BLOGLOVIN / PINTEREST / INSTAGRAM