Casi siempre el sueño suele ser el tener un espacio propio de trabajo, con una gran zona de almacenamiento, mucha luz natural y una enorme mesa en la que desplegar todo el material de escritorio. Sin embargo, os diré que yo con el tiempo he cambiado de opinión.
Al principio, hace un par de años y siendo mi hija pequeña un bebé, dediqué un solo cuarto a zona de juegos, cuarto de invitados y zona de trabajo. Así, mientras yo trabajaba, podía tener cerca a las niñas que jugaban. Lo cierto es que las dos actividades nunca fueron muy compatibles, porque por aquel entonces me reclamaban constantemente.
Después, cuando la carga de trabajo se hizo cada vez más intensa, opté por trasladar la zona temporalmente al salón. Tenía que quedarme trabajando hasta tarde muchas noches y no me gustaba hacerlo sola en un cuarto mientras mi marido estaba solo viendo la tele. Así que prefería estar en el salón y sentirme acompañada. Además, nunca me ha molestado el ruido o la presencia de otras personas para trabajar. Más bien al contrario.
Por supuesto, este traslado temporal se convirtió en permanente cuando decidí incluir las tres horas finales del día como parte de mi jornada laboral.
Ahora, mi mayor dilema es solucionar el almacenaje de material que voy esparciendo por la zona de comedor. Tenerlo todo a mano sin crear un caos en el espacio familiar. Creo que en realidad, tener una zona de trabajo en el salón, obliga a una adaptación del espacio que comparte la familia, pero al final se obtiene la ventaja de la compañía. Pasar más tiempo juntos.
Si queréis montar una zona de trabajo en el salón, estos son algunos consejos básicos:
1. Orden, orden y orden. Es lo más importante. Si no queremos que nuestro salón parezca una oficina destartalada, debemos asegurarnos de conservar el orden en la medida de los posible.
2. Buscar la armonía en los complementos. Crear un conjunto también en la zona de trabajo, buscando la armonía en colores, texturas y materiales con respecto al resto del salón.
3. Instalar la mesa fuera de la zona de visión de la televisión. Es mejor que mientras la familia mira la televisión, no vean nuestra pantalla del ordenador. De este modo, las dos actividades no se interrumpen.
4. Iluminar la zona de trabajo independientemente de la zona familiar. Diseñar la iluminación de este espacio para que podamos iluminarlo incluso cuando el resto del salón esté apagado.
Podéis acceder a todas las fotos y a sus fuentes originales en nuestro tablero “Work Spaces” de Pinterest.
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