El estilo nórdico no siempre gusta a todo el mundo ya que hay quien piensa es muy sobrio o impersonal por la falta de color, pero no siempre es así ya que se puede jugar con alguna gama de colores suaves. Como la mejor muestra es verlo en imágenes, aquí os enseño a qué me refiero, un apartamento de un dormitorio en el que han jugado con el gris como base y el blanco + mint como colores complementarios. La paleta de colores no me puede gustar más, ya sabéis lo fan del gris y blanco que soy, y el color mint me parece perfecto para dar un toque alegre pero sin que desentone demasiado. En esta ocasión han jugado con diferentes piezas clave en color menta, como algunas sillas y lámpara de comedor, la nevera y vajilla en la cocina, o algún detalle en textil en el salón o elementos decorativos. Todo el pequeñas dosis repartidas aquí y allá sin abusar del color, pero que aportan un toque de armonía. ¿Qué os parece este mix de colores? Como guinda del pastel, no paséis sin contemplar el suelo de baldosa hidráulica de la cocina, ¡toda una maravilla!
Fuente: Shoko design