En oportunidades creemos que mejorar las finanzas consiste básicamente en el ahorro de dinero y puesta en práctica de recomendaciones proporcionadas por la web. Sin embargo, esta actividad precisa tomar en cuenta nuestra personalidad y contexto.
Saber quiénes somos, cómo nos comportamos frente al consumo y en dónde vivimos son herramientas necesarias para que nuestro dinero no se pulverice o lo que es peor, pertenezca a otro, antes de llegar a nuestras manos.
Ahorro, inversión, consumo, gasto, finanzas, dinero son términos que forman parte de una cultura, de una idiosincrasia o estilo de vida. Te dejamos algunos puntos de vista, más que estructurados y rígidos pasos a seguir, para que tomes los que más se ajustan a ti o a ese espacio donde vives.
En cualquier lugar del mundo donde te encuentres esta premisa será muy útil: No gastes más de los que ganas. Ajusta tu presupuesto y hábitos de consumo a tus entradas de dinero. Memoriza tu esquema de flujo de dinero, cuánto entra y sale en promedio al mes. Si quieres vivir holgado en el futuro, produce capital y limítate en el presente.
Despídete de esas amigas o compañeras de trabajo que venden en las oficinas, desde tortas o pasteles, tejidos o bordados, perfumes importados, bolsos a la moda o productos por catálogos, a ellas les pertenece tu dinero antes que tú lo cobres.
Conoce con detalles las políticas económicas estipuladas donde resides. Mejorar tus finanzas también depende de lo muy informados que estés. Si es momento de ahorrar, hazlo, si no entonces invierte tu dinero en patrimonios perdurables. Si te consume la inflación, no tiene sentido guardar dinero, compra inmediatamente lo que requieras pues en semanas estará muy costoso.
Controla el uso de tus servicios. Evita los baños prolongados, esos que a veces nos damos hasta que el cuerpo se arruga, regula el de tus hijos, mascotas y vehículo. No estás en un estadio deportivo ni en una incubadora de pollos, por lo tanto no necesitas en casa tantas luces encendidas.
Si vives en un país donde es costoso llenar el tanque de gasolina, planifica bien tus salidas. Son impresionantes las fugas de dinero por viajes inesperados e imprevistos. Paga tus facturas a tiempo, así como tus tarjetas de crédito.
Evita comer en la calle, además de ser beneficioso para la salud, ahorrarás mucho dinero si preparas la comida en casa. Al hacer mercado, busca ofertas, aunque en oportunidades no resulte tan cómodo ir tras los bajos precios. Varía tu menú, consume los productos en temporadas.
Mantén tu vehículo en óptimas condiciones, haz con frecuencia los cambios de aceite y filtros que necesite, así evitarás daños y gastos mayores.
Cuidado con esos planes de servicios de internet, televisión por cable y de datos para celulares que no usas con tanta frecuencia como lo establece el contrato. Reajústalos a tus necesidades reales.
Como ves, aumentar nuestras finanzas se traduce en el control de nuestros gastos principalmente, en los hábitos de consumo y la liberación de nuestras deudas.
Fuente: este post proviene de Magazine Organizarte, donde puedes consultar el contenido original.
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