Para los que seáis unos forofos de Sexo en Nueva York (como es mi caso) no os costará reconocer este restaurante. Aparece en el último episodio de la serie, cuando Carrie Bradshaw conoce en París a la ex-mujer de su pareja, el artista Alexander Petrovsky. En esa escena Carrie alucina con la decoración del establecimiento y con su ubicación, en el último piso de un elegante edificio delante del Pont Neuf, y bajo una cúpula acristalada con unas vistas absolutamente impresionantes. Precisamente la ex-mujer de Pretovsky critica la estética del lugar, diciendo que las sillas le parecen horrorosas. Pues sin ir más lejos, se han convertido en la seña de identidad de Kong.
Aquí se mezclan dos conceptos claros. Por un lado, el famoso ‘chic’ parisino, con ese toque kitsch que tan bien saben aplicar (¿qué me decís del cojín de Pikachu?) , y por otra parte, la cultura japonesa, algo que esta semana me ha servido de inspiración. Si tenéis en mente una escapada a París, os recomiendo pasar por aquí. Yo estuve cenando una vez en este restaurante y os puedo asegurar que es toda una experiencia. Lástima que no fue en el piso de la cúpula, sino en el inferior, pero igualmente fue la leche!
Fuente imágenes: Kong
El artífice del diseño y el interiorismo del restaurante es Philippe Starck, de hecho las sillas de metacrilato son obra suya y se han convertido en todo un icono. A mí me parecen una monada, pero hay que tener en cuenta que tengo debilidad por las sillas y hay pocos modelos que no me gusten. Feliz jueves!
Archivado en: Bistró Tagged: estilo asiático, Kenzo, Kong, Paris, Philippe Starck, restaurante
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