Algo similar pasa cuando lo que hacemos es alquilar nuestra casa por una temporada, o hacer un intercambio por un periodo vacacional, por ejemplo. Estas opciones de rentabilizar nuestra vivienda habitual en el primer caso, o de viajar de una forma distinta en el segundo, también pasan por la adecuación del espacio a la necesidades de la nueva ocupación, que serán distintas en función del periodo de tiempo en el que vamos a alquilar o prestar la casa.
Entonces lo que hago es imaginarme que soy yo la visitante y pienso qué cosas me gustaría encontrarme cuando llegue a la casa que he visto en imágenes a través de internet. Las fotos no muestran todos los detalles, pues suelen ser de los espacios y no se aprecia una cortina mal puesta, un electrodoméstico que no funciona o un objeto de uso personal que tú no vas a necesitar.
Lo primero es ir haciendo una lista habitación por habitación de todas aquellas cosas que hay que cambiar o están estropeadas, y al mismo tiempo ir anotando si es necesario comprar algo para solucionarlo -por ejemplo una bombilla, pintura para algún desperfecto, etc-. No se trata de renovar completamente la casa pero sí al menos de que tenga un mejor aspecto, y además esto nos servirá para hacer esas pequeñas mejoras que siempre dejamos para más adelante.
Depende del orden que tengamos y de la cantidad de cosas que tengamos que guardar para dejar la vivienda lo más despejada posible, necesitaremos unos días previos para esta parte del trabajo. Si todo está más o menos bajo control -quiero decir que cada cosas está en su sitio-, con un un par de días tendremos suficiente: uno para guardar todo aquello que no queremos dejar a la vista, y otro para hacer una limpieza profunda de la casa.
¿Cómo hacerlo? Lo principal es seguir pensando en cómo nos gustaría encontrarnos la casa. Siempre que he alquilado alguna vivienda para ir de vacaciones me ha preocupado si habría toallas, utensilios de cocina, etc. Lo normal es que dejemos para los visitantes todas aquellas cosas de uso diario para que esto no sea una preocupación. Yo aprovecho y compro un juego de toallas y de sábanas nuevo, pero lo demás procuro que esté en buen estado y limpio.
La gente me pregunta qué hago con mis cosas, y la respuesta es guardar lo que no quiero que se utilice. En este proceso me he dado cuenta de la importancia que tiene no acumular y tener únicamente las cosas necesarias. He tenido que guardar muy poco, y aún así, mientras lo hacía, todavía he encontrado objetos de los que me he ido deshaciendo, a pesar de que ya había aplicado el método de Marie Kondo. Para hacerlo voy una vez más habitación por habitación poniendo en una caja o varias todas esas cosas. Después etiqueto la caja y me la llevo a otro sitio o la guardo en algún armario.
Recientemente he descubierto que hay empresas que te envían las cajas para mudanzas a casa, y como quería ver cóomo funcionaban he comprado por internet unas cajas de cartón de Cajeando, y la verdad es que me parece una opción muy buena, rápida y eficaz, pues en sólo dos días tenía las cajas en mi casa.
En Cajeando fabrican en España y ofrecen una gran variedad a través de su web, desde cajas sueltas a packs completos de mudanzas, hay de todo tipo y tamaño. Como yo no tenía que utilizar las cajas para moverlas -si no únicamente para guardar cosas y dejarlas dentro de casa-, he elegido unas con profundidad que me han venido estupendamente. He preparado una caja por habitación y he ido poniendo dentro lo que de esa habitación no quería que estuviese a la vista, después las he cerrado y dejado en un rincón donde no molestan.
Por último os dejo algunas consideraciones que debemos tener en cuenta a la hora de preparar la vivienda para alquiler o intercambio:
conviene que haya a la vista pocas pertenencias personales
revisa que los electrodomésticos funcionen bien
asegúrate de que haya menaje de cocina y de hogar
ofrece la posibilidad de contactar con alguien para cualquier urgencia
importantísimo, que la casa esté limpia
deja una pequeña guía con la oferta de ocio de la zona
A mí siempre me gusta tener algún detalle con las personas que vienen a disfrutar de mi casa, como dejar una botella de agua fría en la nevera y algún tentempié refrescante -horchata y fartons no pueden faltar-. ¡Esto les causará una buenísima primera impresión!
Coméntame qué haces tú cuando alquilas o dejas una vivienda a conocidos o gente de intercambio. Me encanta escuchar vuestras ideas.
.