Esto para el comprador es ideal, tiene una extensísima oferta y esto repercute en el precio de los inmuebles. Hay algunos vendedores que hasta te dejan poner a ti el precio.
La ventaja de comprar una vivienda de segunda mano para reformar, es que el comprador va enumerando las intervenciones que tiene que realizar para hacer aquella vivienda habitable y esto va a ir bajando el precio.
Actualmente se puede hacer. En el año 2000 le decías al vendedor: “estas ventanas no ajustan y me tengo que gastar bastante dinero para cambiarlas, tendría que mirar de rebajarme el precio” y él te respondía “este es el precio, si tu no estás dispuesto a pargarlo, tengo una lista de compradores que si lo están”.
Incluso hay muchas viviendas embargadas por bancos a precios realmente buenos. La mayor¡a de bancos acepta el precio que tu propones, siempre que sea razonable.
2. Ver las posibilidades y el potencial de la vivienda
A veces es muy desalentador, entrar en una casa que así de repente no nos gusta nada, pero nada
Espera, espera, no te vayas, mira con detenimiento. Tu nunca la decorarías así, tu nunca pondrías estas cortinas, tu nunca hubieras elegido esta habitación para dormir, tu nunca habrías dispuesto la cocina de esta forma…… pero todo esto tiene fácil solución.
Si te gusta la situación, las vista, la entrada de luz… (estas cosas que no se pueden cambiar). y el precio que te están pidiendo te permite disponer de dinero para arreglar las cosas que no te gustan o no funcionan, es la situación ideal. Podrás tener la casa a tu gusto.
Si buscas una casa con una lista de pretensiones y para entrar a vivir, seguramente te desesperes buscando.
3. Conseguir buenos profesionales a precios justos.
Me sabe mal decirlo, pero este es el punto mas difícil de todos.
Están los profesionales que “se” o “les” cuelgan la etiqueta de “buenos” y te presentan unas facturas que tienes que dejar las siguientes reformas para otro año porque te han dejado sin blanca.
Luego están los que te cobran muy barato, pero cuando se van, tienes más trabajo en arreglar todos los desperfectos que te han ocasionado que si te lo hubieras hecho tu.
Es difícil encontrar una persona responsable, buen trabajador, limpio y que cobre un precio justo. En el caso de que lo encuentres te tienes que armar de paciencia porque tiene tanto trabajo que te hará esperar.
4. Hacer tu y tu familia todo lo que sepáis y podáis hacer.
En consecuencia del anterior punto, mira de hacerte tu las máximas cosas posibles
Deja para los profesionales lo que realmente no puedas hacer, mira de no depender de otros. Informarte, indaga, verás que muchas cosas no son tan difíciles, o a lo mejor cambiando algo de la idea que tenias al principio te lo puedes hacer tu sola. Será doble satisfacción.
5. Combinar muebles y accesorios buenos, con no tan buenos.
Esto requiere bastante tiempo y paciencia. A veces estás en un sitio que te gusta todo y te va a las mil perlas con la idea que tenias, pero claro (había de tener un pero), es carísimo y no te lo puedes permitir.
Además la comodidad de comprarlo todo aquí, cargarlo y ya está,…a otra cosa.
Hay muchas tiendas que tienen cosas y muebles monísimas a precios muy razonables. Pero esto requiere patearte muchas horas las calles de tu ciudad, incluso de otras ciudades, para descubrirlas. Y una vez descubiertas te tocará ir de un lado para otro, esto aquí, esto otro allí. Buscar aparcamiento, cárgalo…
Para mi esto es un reto: he visto tal mueble en un sitio exclusivo a un precio prohibitivo. Pero yo conozco muchas tiendas que lo puedo encontrar a un precio que yo pueda pagar.
Vale,..no será exactamente igual. Pero la idea general ya me vale, después ya le daré los toques necesarios para acabar de encajar en mi proyecto
6. No intentar hacerlo todo de golpe.
Personalmente me encantan estas casas que nadie las quiere porque hay un montón de reformas para hacer. Es la manera de hacer tuya una casa que anteriormente había estado habitada por otras personas.
Y le encuentro otra ventaja: si no lo puedo hacer este año, lo hago al año siguiente. Es como comprar a plazos, pero sin interés, hago lo imprescindible hasta donde llegue mi presupuesto, y el resto ya lo iré haciendo conforme pueda.
7. Pensar que es una inversión, no un gasto.
Ir a comprar el pavimento del baño, no es “ir de compras”. Es un dinero que estás invirtiendo en tu vivienda. Le estás subiendo el valor al inmueble.
En el caso que algún día tengas que venderlo o alquilarlo, este dinero que habrás invertido te vendrá devuelto. Por lo tanto, no pienses que estás gastando tu dinero, lo estás invirtiendo, y ahí si que tienes que hacer algún esfuerzo.
Todo lo invertido en una vivienda a la larga te recompensará.
8. Hacer un presupuesto aproximado, (bastante aproximado) y cumplirlo.
Al adquirir una vivienda, todos sabemos hasta donde podemos llegar.
Si compramos por debajo de este precio, nos va a quedar más dinero para adecuar la casa a nuestras necesidades y gustos.
Pero es muy fácil, entusiasmarnos demasiado y no cumplir con el presupuesto.
Yo propongo una idea, que además de divertida también ayuda a que todos los miembros que tienen que habitar la vivienda se vean involucrados en la reforma:
Hacer cada uno una lista de las cosas que les gustaría reformar o creen que necesita hacerse en la casa, por orden de necesidad, bajo el punto de vista de cada uno.
Una vez realizada la lista, se debate entre todos la necesidad o no de hacerse la propuesta, cada uno expone las razones por las que cree que debe realizarse dicho trabajo.
Con un precio tope para invertir, se piden presupuestos de los trabajos o muebles a comprar, etc.
Hasta donde llegue el dinero, se hace, el resto se tendrá que esperar.
Si ves que los trabajos que se han de hacer son demasiados, y quedan fuera de la lista muchos, pienso que estás comprando a un precio demasiado elevado, que no te permitirá hacer todas la reformas necesarias.
Tendrías que negociar el precio, si realmente te interesa la casa o buscar algo que se adecúe más a tu presupuesto.
9. Pedir ayuda a tus amigos o familiares.
Si tienes a alguien que tiene una furgoneta para hacer la mudanza, o un manitas que tiene mucha gracia pintando o una brigada de amigos dispuestos a limpiar, pídeles que te ayuden.
Después, los invitas a la fiesta de inauguración como miembros destacados y haces mención de lo mucho que te han ayudado, que sin ellos ahora no estaríamos aquí. ….Y todos contentos.
10. Y por último…. ORGANIZACIÓN
Es básico para que todo funcione. Sin organización nada funciona
Bueno si, aquel fin de semana que no hablamos organizados nada y a última hora hicimos aquello, y nos lo pasamos genial. Dejémoslo en casi nada!.
Márcate una hoja de ruta y ten las ideas muy claras, siempre estarás a tiempo de cambiar a mitad del proceso, pero parte de un concepto.
No todo el mundo sabe organizar, o marcar un plan.
Yo en este aspecto te puedo ayudar. Si necesitas a alguien que te ayude a buscar una vivienda adecuada a tu presupuesto y tus necesidades, que te ayude a ponerla bonita, a organizarla para que sea práctica…. llámame o escríbeme. Estaré encantada de formar parte de tu ilusión.