Hace unos meses os dimos las 5 claves para una oficina slow, hoy queremos profundizar en las piezas de mobiliario específicas y ahondar en los aspectos técnicos que marcarán las diferencia entre trabajar bien y de la forma más confortable, a no tener ganas ni de ir a la oficina.
La silla, una de las grandes responsables de que la compra del mobiliario pueda ser un gran acierto o un auténtico fiasco. Hemos consultado a los especialistas en sillería operativa de Ofichairs y nos cuentan que, aunque en el mercado existe una gran oferta de sillas de oficina, es muy importante fijarse en que tengan asiento regulable, respaldo reclinable y soporte lumbar, para favorecer la movilidad y los cambios de postura. La ergonomía es fundamental para evitar los temidos dolores de espalda que, todos los que trabajamos pegados al ordenador, tendemos a sufrir. También es importante que los textiles sean transpirables y resistentes al uso continuado.
La otra gran protagonista es la mesa, deberá ser funcional y con espacio libre suficiente. Debe tenerse muy en cuenta las necesidades de trabajo y qué elementos va a tener el usuario encima, para dimensionarla correctamente y poder trabajar con orden.
Existe una tendencia de mesas regulables en altura, para modificar la posición de trabajo, sentado o de pie, a lo largo del día, colaborando con el cambio postural y además, dicen, que esto estimula la creatividad y la actividad mental.
Con respecto a los acabados es importante que la superficie de trabajo sea de un material mate, que evite los reflejos de la luz. ¿Un plus? Que incorporen pasacables y cajas para los enchufes.
Ya tenemos los indispensables, pero para cumplir todas las necesidades del trabajador necesitamos mobiliario de almacenaje. Las cajoneras o bucs sirven para guardar y tener a mano todo el material de oficina, liberar de papeles las zonas de trabajo e incluso esconder nuestros objetos personales (y algún snack para aguantar hasta la hora de comer ;)) Perfecto si los podemos situar debajo de la mesa o en un lateral y, mejor aún si tienen ruedas para que el acceso sea más cómodo.
Por último, no puede faltar nuestro aporte a la slow home office, el toque de vida y de color. Una planta aportará la calidez al conjunto de mobiliario de oficina, ten en cuenta que un entorno cálido y confortable es fundamental para estar cómodo en el espacio de trabajo. Además nos permitirá tomarnos un respiro para cuidarla. Y si queréis ayuda con la elección de la misma podéis ir a 3 especies de plantas bonitas, indestructibles y purificadoras de aire.
Hasta aquí nuestra guía a la hora de compra mobiliario, ya sabéis que si tenéis un proyecto de oficina entre manos podéis llamar al equipo emmme para poner en práctica estos consejos y crear vuestra slow home office.
Contadnos los pros y contras del mobiliario que usáis en el día a día de vuestro trabajo.
Os deseamos una feliz semana
EL EQUIPO EMMME
*Post patrocinadoFuente: este post proviene de desde Babia_el blog de Emmme Studio Interiorismo, donde puedes consultar el contenido original.
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