Por muy ordenado que nos guste tener el armario, siempre llega el momento en el que todo acaba descolocado. Las prisas del día a día hacen que acumulemos en su interior todo tipo de objetos, así como que se vaya posponiendo la tarea de organizarlo nuevamente. Esta guía te ayudará a evitar 5 errores al organizar los armarios que no debes cometer para que termine siendo un caos.
Me encanta tenerlo todo recogido y ordenado pero también es verdad que, precisamente por esta misma razón, a veces tiendo a acumular (que no es lo mismo que guardar) objetos dentro de los armarios. Suele ocurrir en el típico momento que te pilla con prisas y colocas en el armario que tienes más a mano aquello que no quieres guardar. Cuando esta misma operación se realiza varias veces te encuentras con que:
Ya no recuerdas qué has guardado dentro de ese armario
Buscas algo que sabes que has guardado pero no recuerdas dónde
Cuando abres el armario te dan ganas de salir corriendo
Llegado a este punto no queda más remedio que organizar los armarios por dentro y poner en práctica lo que yo llamo el plan de optimización del espacio (puedes verlo en este enlace). Este plan básicamente consiste en vaciar, eliminar, clasificar y reorganizar todo lo que has estado acumulando en su interior.
Para obtener una buena organización hay que evitar una serie de errores que harán que, a corto/medio plazo, el armario vuelva a estar desordenado. Como ejemplo práctico quiero que veas cómo he reorganizado todo mi material de manualidades y bricolaje, que no es poco. Había llegado a la situación insostenible en la que perdía mucho tiempo buscando y sacando lo que necesitaba porque no podía acceder fácilmente.
Tras la nueva organización no solo he conseguido saber qué tengo y dónde lo tengo, sino también he aprendido cómo tengo que hacerlo para sacarle el máximo partido al espacio y perder menos tiempo en localizar aquello que quiero encontrar.
Aplicar la misma organización a todos los armarios
Por ejemplo, no es lo mismo organizar los armarios de ropa que organizar los armarios de la cocina o baño. En primer lugar hay que ver qué queremos guardar (ropa, enseres, materiales), cuánto fondo necesitamos (60 cm, 40 cm…), y de qué espacio disponemos.
Ten en cuenta que si utilizas un armario para la ropa, que normalmente tiene 50/60 cm de profundidad, para guardar por ejemplo útiles, herramientas o comida estarás desperdiciando centímetros de fondo. Para solucionar este problema la mejor solución es guardar estos objetos en un armario con menos fondo.
Si no cuentas con un armario de estas características, puedes utilizar una librería con puertas que podrás colocar en cualquier lugar de tu vivienda ya que al estar cerrada no se verá lo que hay en su interior (en este enlace aprenderás cómo aprovechar hasta el último hueco que tengas en casa).
No etiquetar hasta la última caja
Guardarlo todo en cajas no solo nos ayuda a que esté ordenado y clasificado, sino que además es una buena opción para aprovechar al máximo el interior de los armarios. Sin embargo puede hacernos perder bastante tiempo si no hemos etiquetado todo lo que hay en su interior. Para ello recomiendo lo siguiente:
Colocar etiquetas de vinilo adhesivo en el exterior de las cajas y escribir una descripción corta de lo que hay en su interior con un rotulador permanente. Si en algún momento cambia lo que hemos guardado dentro de la caja, tan solo tendremos que eliminar el rotulador con un poco de acetona y volver a escribir de nuevo.
Colocar en el interior de la caja una lista con lo hay guardado dentro. Este truco nos ahorrará mucho tiempo ya que, mientras que la descripción corta es genérica, la interior será específica y nos ayudará a saber qué hay sin tener que revolverlo todo. Por ejemplo, si en el exterior de la caja hemos escrito “jerseys”, en la lista interior escribiremos: jersey rojo de lana, jersey con estampado de flores, jersey fino verde…. Por supuesto resulta fundamental mantener la lista actualizada.
Tener un espacio estático
Lo primero que miro a la hora de comprar un armario o librería es que se pueda cambiar la altura de los estantes ya que es la mejor forma de optimizar el espacio interior ahora y en un futuro. Debes tener en cuenta que los muebles se han de adaptar a nuestro ritmo de vida y a los cambios que suceden en ella. Por esta razón un armario que hoy utilizas para guardar ropa de bebé, mañana puede servir para guardar sus juguetes.
Para que esto sea posible resulta fundamental que puedas regular la altura de los estantes e incluso añadir nuevos si es necesario. Además se debe tener en cuenta lo siguiente:
No se han de sobrecargar los estantes, no coloques más de dos cajas en un mismo estante ya que la Ley de Murphy hará que lo que busques esté siempre en la caja de abajo, por lo que cuanto menos tiempo tardes en sacar y meter cajas, más optimizado estará tu espacio.
Planifica qué vas a poner en cada estante para calcular la distancia entre ellos. Sitúa siempre lo que menos vayas a utilizar en la parte superior del armario y los objetos de diario en la parte central. Medir el espacio que necesitas para cada cosa antes de empezar a colocar los estantes te ahorrará estar cambiándolos cada dos por tres (te lo digo por experiencia).
No dejar ni un hueco libre
Este error es muy común y he de admitir que tiendo a repetirlo: llenar demasiado los armarios y no dejar espacio libre para guardar más cosas en su interior. Normalmente se quiere aprovechar tanto el interior que nos olvidamos de que un armario es un espacio vivo en el que vamos a ir quitando y añadiendo objetos.
Si has ocupado hasta el último milímetro, tendrás que utilizar otros armarios para colocar cosas nuevas y volverá la desorganización porque ya no estará guardado todo en el mismo lugar. Por esta razón no llenes las cajas y estantes hasta arriba y deja siempre alguna vacía. Si no es posible recuerda la máxima de retirar un objeto antes de guardar uno nuevo, es decir, terminar un bote de pintura antes de comprar otro, donar la ropa que no te pones antes de comprar nueva, etc.
No querer invertir tiempo en organizar los armarios
No te voy a engañar, organizar el interior de los armarios de arriba a abajo y clasificarlo todo puede llevarte horas e incluso varios días. Pero también es cierto que ese tiempo invertido te va a generar unos beneficios a corto plazo que te compensará con creces:
No tardarás ni un minuto en encontrar lo que buscas.
Guardarás las cosas en su sito aunque vayas con prisas porque localizarás en seguida el lugar en el que debes de hacerlo.
Te sentirás tan satisfecho y orgulloso de la organización de tu armario que querrás enseñársela a todas tus amistades.
Un armario bien planificado y organizado tarda mucho más tiempo en volver al caos.
Resumiendo…
Vence al caos de tu armario siguiendo los siguientes pasos:
Planifica qué vas a guardar y dónde.
Etiquétalo todo, todo, todo.
Ajusta tu espacio a lo que vas a guardar y no al revés.
Ten en cuenta que el armario ha de ser capaz de seguir guardando más objetos.
Invierte todo el tiempo que sea necesario, ¡lo recuperarás multiplicado por mil!
Si no quieres seguir perdiendo tiempo buscando y revolviendo dentro de los armarios, te aconsejo tengas en cuenta estos 5 errores al organizar los armarios que no debes cometer a la hora de optimizar tu espacio.
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