Por si no me leísteis el post anterior… ¡¡Feliz Añooooo!! Yo quiero empezar este 2017 con uno de mis propósitos: mantener la casa ordenada SIEMPRE. Ya os conté algunos trucos para organizar el armario de la ropa y 10 consejos para ordenar la cocina con sentido, porque reconozco que nos cuesta mucho mantener el orden en casa. Por eso ahora quiero hacer el listado definitivo de normas a seguir para que la casa esté ordenada siempre ¡y no solo cuando empieza la semana!
Norma 1: Un sitio para cada cosa (y cada cosa en su sitio): lo primero que hay que tener claro a la hora de intentar mantener un orden en casa es cuál es el sitio de cada cosa. Parece una obviedad, pero todos los miembros de la casa tienen que saber cuál es el sitio donde deben colocar los objetos que se encuentran fuera de lugar, por eso es importante que en este proceso de intentar ordenar la casa impliques a todos los habitantes y especifiques claramente dónde se guarda qué. Puedes ayudarte con etiquetas durante un tiempo para que no haya lugar a dudas.
Norma 2: Usa cestas y organizadores: Para mantener el orden puedes ayudarte de soluciones de almacenaje como cestos, cajas, divisores de cajones, frascos, etc. No sólo ayudan visualmente a que los espacios parezcan más ordenados, sino que además delimita aún más el lugar donde debe ir cada cosa… ¡Si usas una cesta concreta para guardar el papel higiénico, esa es una organización inequívoca!
Norma 3: Lo que se saca de su sitio, se devuelve a él. Si ya sabemos dónde debe ir cada cosa, todo lo que usemos debe volver de nuevo allí una vez hayamos terminado de utilizarlo… Parece fácil, ¿no? Pues ya sabes, al terminar cualquier acción, desde comer, a salir de la cama, llegar a casa o cuando acabas de trabajar con el ordenador, revisa que cada objeto vuelve a su lugar.
Norma 4: Aprovecha los ratos muertos. Mientras esperas que se caliente la leche en el microondas, en el rato en el que se imprime ese informe en tu espacio de oficina o durante los anuncios de tu serie favorita, aprovecha a recoger lo que hayas usado y ya no necesites.
Norma 5: Libera las superficies horizontales. Las mesas de centro o comedor, el recibidor, las mesitas de noche, la encimera de cocina e incluso el suelo son grandes acumuladores de cosas. En mi casa formamos en ellas lo que yo llamo ‘ranchitos’, es decir, un montón de cosas distintas agrupadas sin sentido para las que luego hay que perder un buen rato en colocar cada una en su sitio. La norma para evitarlo es que cada día lo que se deje en ellas vuelva a su lugar.
Norma 6: atento a los desorganizadores profesionales. No, no me refiero a tus hijos o tu pareja, me refiero a dos grupos de cosas que suelen dar especialmente la lata a la hora de ordenar la casa porque su ciclo de vuelta a su sitio al tener que lavarlos es más largo. Son la ropa y la vajilla, unos seres perversos que suelen aparecer en sitios donde no toca, como esa chaqueta en una silla o un vaso de agua en la mesa del salón. Cuando tengas uno entre manos, ¡enciérralo rápido en su lugar, sea el intermedio de lavado o el definitivo, para que no se escape!
Norma 7: mejor un poco cada día que maratones de orden y limpieza. Cada día antes de acostarte, haz una pequeña batida para guardar lo que se quede fuera de lugar… Pero no sólo tú, sino todos los miembros de tu casa. Es una costumbre estupenda para que no se acumule el desorden de un día para otro y para implicar a todos en la tarea.
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