La mejor forma de apreciar un buen cambio es conociendo de dónde se parte. El “antes”. Solo así puedes apreciar como se merece una renovación como la de esta cocina. Diminuta, sí. Ideal también.
Es por eso que de vez en cuando aparecen por aquí algunos “antes y después” que te dejan con ganas de ponerte a renovar la casa como si no hubiera un mañana. Que es exactamente lo que me ha pasado con el cambiazo que se ha conseguido en esta cocina. Está claro: el tamaño no importa.
Antes y Después de una cocina pequeña
Te pongo en antecedentes para que te sitúes. Se trata de la cocina de una pequeña cabaña. Una decoración oscura y desfasada y un ma-ra-vi-llo-so frigorífico Smeg nuevo de color rosa. Que por supuesto pasa a convertirse en el protagonista del cambio.
La primero que se necesita es dar luz y claridad a un espacio pequeño y oscuro. Se ha conseguido con una encimera blanca y unos armarios panelados muy adecuados para una decoración más acorde con el entorno. Recuerda que hablamos de una cabaña.
Uno de los cambios más sencillos y al alcance de todos es sustituir un armario viejo por unas estanterías de madera.
Y este es el resultado:
Las paredes se han recubierto con unos subway tiles con efecto mármol y se han añadido unos armarios altos con mucha capacidad de almacenaje. Fíjate que no llevan tiradores para conseguir un efecto más limpio y ordenado.
Y aquí puedes ver el frigorífico. Los cables colgando y esa alfombra oscura no le hacían ningún favor. De las tres matrioskas mejor no hablamos ¿verdad?
Para terminar, unos cambios en la decoración de la pared y lámparas, que rematan el conjunto:
Imágenes: Florence Charvin para bibbyandbrady
Y el resultado ya lo has visto: una cocina preciosa y además funcional.
Un “antes y después” pefecto ¿no te parece?
¡Nos vemos el viernes!
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