Estaba el coche con mi mujer y con un objetivo claro, iba a recoger unos muebles que uno de mis adorables espías me había contado que estaban en la basura. Era una buena oportunidad para hacer proyectos nuevos. Y cuando volvíamos para casa a soltar todo allí estaba ella, en la calle. Con sus bonitas curvas y con una pose que llamaba la atención. Frené el coche casi en seco ante aquella preciosidad. Le dije a mi mujer, "cariño, me he enamorado de ella, o siento no te enfades conmigo". Baje del coche y fui a por esa belleza. Y cuando llegue... estaba hecha una mierda jajaja, pero decidí darle una oportunidad.
Esta podía ser una bonita historia de amor entre dos personas, pero nada más lejos de eso porque es una historia de amor entre un hombre y una cómodajajaja. Con esto de febrero, el mes del amor, estoy muy sentimental últimamente. Y si, a pesar de su aspecto fue amor a primera vista. Ella estaba hecha para mi y mis manos ansiosas por recorrer hasta el último rincón de sus delicadas y bonitas curvas.
Así que se vino conmigo al taller y ya me rondaba una idea de lo que podía hacer con ella. Algo que le hiciera recuperar toda su belleza y juventud. Pero como ya os contado, esta cómoda estaba hecha una mierdecilla. En primer lugar le faltaban todos los cajones, alguien había decidido llevárselos porque yo no encontré ni rastro de ellos, y en segundo lugar tenia muchos arañazos y la pobre habia sido atacada por la carcoma. Así que lo primero que había que hacer era solucionar todo esto y le tocó un buen baño con anticarcoma. Hasta tres días estuvo el producto haciendo efecto para asegurarme que se quedaba totalmente recuperada.
El siguiente paso fue desmontar todo su interior porque sin los cajones para que quería toda esa estructura que me limitaba las opciones. Así que clavos fuera y sierra en mano para quitar todos los listones de madera que me estorbaban. En las imágenes podéis ver muy bien como se quedó totalmente vacía. Una vez hecho esto llegó la hora de lijar suavemente toda la superficie y darle una mano de imprimación para que la pintura de color agarrase bien en el mueble.Para esto usé las pinturas y la imprimación que me enviaron de Grupo Pyma que funcionan bastante bien. Yo últimamente lo suelo hacer casi todo con ellas y el resultado me gusta mucho.
Como veis elegí un bonito tono de rojo para pintar la cómoda porque tenia ya en mente que quería combinarlo con madera y el rojo queda muy bien con esta. La idea de lo que quería hacer con esta cómoda se me ocurrió en el momento que la recogí y lo que si he ido cambiando es la forma de hacerla. Sinceramente me encanta cuando veo algo y se me ocurre automáticamente la idea porque disfruto muchísimo pensando como hacerlo y luego haciéndolo.
Después de la pintura le llegó el turno al barniz, que apliqué hasta en tres ocasiones para conseguir un buen acabado y una buena protección. Y por ultimo le llegó el turno a la madera. En esta ocasión, después de pensar distintas opciones, opté por comprar la madera ya que quería que fueran piezas continuas. El objetivo de esto era crear un contraste. Por un lado estaban las líneas curvas y clásicas del la estructura de la cómoda y por otro lado quería darle un toque moderno y minimalista (líneas rectas) para crear así el contraste que os mencionaba. Pues bien, corté las maderas con las medidas que necesitaba y las incorporé al mueble. Primero hice una especie de cajón para todo el interior y después hice la parte superior.
Y así de bonito ha es el resultado final. Un precioso mueble recuperado, muy original, único (es casi imposible que haya otro igual), moderno y clásico al mismo tiempo, funcional y que será el centro de todas las miradas. Ha sido un autentico placer trabajar en este mueble y sin duda, viendo el resultado final, ha entrado en mi Top 5 de muebles recuperados por mi. Este mueble puede valer tanto de aparador para guardar en el libros, el mueble bar o lo que queráis, o también podéis usarlo como mueble para la televisión. Os puedo asegurar que va a ser el objetivo de todas las miradas en vuestra casa y vaya a llamarle mucho la atención a vuestras visitas. Y podéis llevároslo a casa y disfrutar de el por solo 200 euros. Que para un mueble como este es un precio buenísimo, teniendo en cuenta las horas dedicadas y los materiales. Y bueno, para mí ha sido un placer y he disfrutado muchísimo con esta pequeña historia de amor, ¡Espero que os haya gustado el resultado!