Así resumiremos este año. Cuántas cosas caben dentro de esa única palabra.
Y como todo en esta vida, este crecimiento trae sus cosas buenas y sus cosas malas. A veces, hemos crecido como algo natural, propio del paso del tiempo y de la evolución orgánica, otras a golpe de un buen porrazo y de la vida que te da dos tortas y te espabila. A veces, ese crecimiento ha sido amable y reconfortante, otras ha dolido y dejado cicatriz.
Este año que en la superficie ha podido parecer un mar en calma (ya que después de cinco años creíamos que habíamos aprendido a capear el temporal), sin olas de subida ni bajada, nos traía un mar de fondo que sálvese quien pueda. No vean ustedes los vaivenes , los revolcones y la de agua que hemos tragado.
En este año montaña rusa de primer nivel, no nos ha quitado el mareo ni la biodramina pero no dejaríamos de volvernos a subir.
Nos ha hecho aprender que lo urgente rara vez es lo importante, que más vale tarde que nunca, que hay que vivir con precaución pero sin miedo, que la salud es lo primero y que el dinero aunque sea indispensable, es lo de menos. Se ha esmerado en que nos demos cuenta de lo importante que es un NO rotundo y nos ha regalado poder decir mil veces SI con la boca gigante en otras ocasiones. De propina, nos ha dejado clarito que no es oro todo lo que reluce ni en mi casa ni en la tuya.
También que hay que soltar y dejar ir para poder ser felices. Que hay personas que son aire fresco en vena ¡y qué bien sientan! Saben a helado de limón en agosto. Lo VITAL que es rodearse de buena gente, lo que te cambia los días. Que siendo nosotras las mismas, la respuesta del otro no siempre es igual. Que no hay red mejor que los amigos y la familia ¡cómo amortiguan la caída y te lanzan para arriba!
Que cuando se cierra una puerta, a veces se abren cien y otras ninguna, pero que es parte del juego y a eso hemos venido ¿no? Que hay que quejarse menos y agradecer más. Esperar menos y dar más. Que si no desistes el Dios de cada uno proveerá y que si se despista, pues ya habrá alguien que nos tire un capote. Que ¡Joder! ¡Qué bien cuando se está bien! (y más con una coca-cola en una terracita al sol).
Este año ha sido un año de preparación para lo que se viene, uno de buscar el punto medio para conciliar nuestra vida personal con la profesional, porque en este tipo de negocios, eso es imposible de separar, se enredan tanto que aprieta y hasta en algún momento ahoga pero que vamos encontrando nuestra fórmula.
Hemos crecido porque nos lo habéis puesto difícil y otras veces facilísimo. Porque habéis seguido entrando por la puerta del 6º6 llenos de ilusiones y de retos y a veces nos habéis tenido que perdonar y otras tantas nosotras hemos hecho lo mismo.
¡Cuánto nos hemos reído! ¡Cómo hemos llorado!
Hemos crecido, y lo de menos es la edad o lo grande que se haga o no esta empresa. Porque en lo que hemos crecido no se cuantifica con números.
¡Qué vértigo y qué emoción! ¡Qué divertido es que te sacuda la vida!
Gracias a cada unx de vosotrxs que habéis formado parte de nuestro 2019, ¡os debemos en parte esta vida!
2020 te esperamos right now, preparen la biodramina (o no) y agárrense que vienen curvas (atentxs a la sorpresa de principio de año).
¡SEGUIMOS!
Pd: Y no preocuparse que habrá post resumen de proyectos 2019 pero ya el año que viene ;)