Ayer noche entre tanto calor insoportable se dibujaba bajo el cielo oscuro una tremenda y espectacular luna llena. Otro detalle maravilloso que nos deja este mes de Julio. Y como no preciosas, aprovechando tan mágico anochecer tomé mi cámara fotográfica para realizar un recorrido, no solo por mis vergeles, sino también por rincones de mi hogar bajo el influjo de la luna...
Mi cenador de hierro a oscuras, solo iluminado por la luna llena y la lámpara de papel...
Ni gota de aire corría anoche, pero merecía la pena permanecer al exterior relajados y visualizando esa luna más mágica que nunca...
Abandono la terraza cámara en mano, ya veréis que especiales rincones solamente iluminados por lámparas y luces...
La escalera con su aplique de cristales...
La tenue luz que se cuela del gran vergel a través del ventanal...
El final de la escalera iluminada con la la lámpara en forma de piña y repleta de lágrimas...
Me voy hacia la pequeña terraza haber si visualizo nuevamente la luna llena...
Ahí la tenéis chicas medio escondiéndose detrás de los altos pinos centenarios...
Incluso al colarme en la cocina sigo advirtiéndola mágica y llamativa...
Al fondo mi ciudad repleta así mismo de luces...
Y sobre mi jardinera repleta de hiedra colgante, begonias y diplademias asoma nuevamente esa luna...
¿No creéis que ella también influye a su manera en el embellecimiento de las plantas?...
Porque es al llegar la noche cuando ellas respiran aliviadas del insoportable calor, recibiendo esa tregua fresquita que las haga despertar al llegar el nuevo día...
Pero volvamos al interior para seguir admirando rincones al anochecer...
Semisombras en el pasillo...
Junto al sofá en el que ya se ha instalado mi Yaiza...
En mi dormitorio bajo las lámparitas auxiliares de las mesillas...
Hacia el cuarto de baño...
Que magia aportan las luces a nuestros interiores cuando se instala la noche. Cambian los espacios, los colores y hasta las sensaciones que de ellos tenemos...
Y volvemos de nuevo al salón. Por el gran ventanal a lo lejos nos saluda la luna...
Rodeada de nubes y reflejando su luz a la flor de amarilis...
Precioso rincón y preciosa instantánea...
Mi pequeña terraza y mi gran ciudad adormecida...
Y la luna como protagonista especial...
Una luna que ayer viernes nos dejaba unos espacios interiores y exteriores difíciles de describir...
¡Buenas noches viernes!
¡Buenos días sábado!
Ahí donde ayer había oscuridad y luna llena hoy asoman nubes correteando por los cielos pero ni gota de sol. Eso si, tremendísimo calor sofocante que nos abre las puertas de un nuevo fin de semana...
Primeros de mis planes cumplidos ayer. Sesión acuatica en el club junto a mis deliciosas amigas y compras en las rebajas que ya os enseñaré. Aiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii pero que tentadoras son cuando llegan estas fechas, yo es que me lo compraría toooooooooooodooooooooooooooo...
Vergelianas estamos a 4 de Julio y nos toca felicitar a María Bracaccini y a todas las que como ella celebran su fiesta nacional. Yo quiero saber todo de este día tan especial que con tanto amor festejan, así que somos todo oídos para que nos lo contéis con pelos y señales. Si encima adjuntáis fotos mejor que mejor...
¡Feliz viernes y feliz 4 de Julio para todasssssssssssssssssssss!