El gris es un acierto, casi siempre, seguro en decoración, el “casi” porque siempre se puede meter la pata y el “seguro” porque no es un color que a todo el mundo encante. Pero si partimos de la base de que es un color que nos gusta, se nos abre un abanico de posibilidades infinito.
Utiliza el gris en diferentes texturas y variantes como nexo de unión entre piezas de diferentes estilos. Atrévete con diferentes estampados y tonalidades y el resultado sera sorprendente.
Al tratarse de un color neutro, lo podemos combinar casi con cualquier color o estilo, y el resultado final puede acabar siendo de lo mas gratificante. Diferentes estampados en distintas tonalidades, situados en puntos estratégicos funcionan a la perfección como elemento de unión entre las diferentes piezas de mobiliario de estilos variados.
Via: Stadshem
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