Para amenizar el paseo pusimos un rincón de decoración muy vintage, con unas cajas antiguas (de las de verdad), libros, vasijas de cristal y flores como la paniculata, todo acompañado de una señal de madera que les marcaba el camino hasta la ceremonia.
Se casaron en un abrevadero así que lo llenamos de tarros con flores combinados con otros con vela, al banco le pusimos tiras de papel de colores, entre ellas las del color del vestido, blanco, mint, turquesa y fucsia.
Y así fue la puesta en escena
Chin Chin
¡QUÉ VIVAN LOS NOVIOS!
Y hasta aquí el último capítulo....
¡hasta la semana que viene!
fotos: Serendipity
Decoración : http://www.eraseunavezbodas.es