Como su propio nombre sugiere, Bosco de Lobos ? bosque de Lobos en español, nos invita a sumergirnos en un espacio rodeado por la naturaleza. Resulta extraño hablar de verde en un edificio que se ubica en plena área urbana de Madrid, pero el caso, es que el excelente trabajo de la paisajista Ana Esteve, ha logrado transformar el patio interior del COAM en un espectacular jardín que abraza el restaurante y pone en evidencia el concepto de la marca.
Por otro lado, Sandra Tarruella, autora del proyecto de interiorismo, también se suma a la idea de bosque. Ha utilizado materiales que evocan la naturaleza como la piedra, cuero y sobre todo la madera que la vamos a ver en todo el local: en forma de dibujos en los manteles, en el pavimento, en las mesas, en las estanterías, etc … Grandes ventanales acristalados a doble altura fomentan el intercambio visual entre el verde del exterior y el interior del restaurante. En definitiva, se ha creado un ambiente que invita a curiosear, a entrar y salir, descubrir los diferentes espacios, como si uno estuviera en el bosque buscando el camino a seguir.
Aunque se puede acceder al restaurante desde el patio interior del COAM, la entrada principal se hace por la calle Farmacia. Desde allí, el cliente es conducido por el jardín hasta el salón principal, dónde la protagonista es una gran barra con 16 taburetes altos que recuerdan el modelo Morph de Zeitraum, donde se puede comer ó tomar una caña mientras se observa a los cocineros en acción. Alrededor de esta gran barra, se ubican acogedoras mesas rectangulares y redondas combinadas con sillas de estilo sobrio para 90 comensales. Observar el revestimiento del suelo, una especie de adoquines que imita a pequeños troncos de madera tallados y la interesante composición con luminarias colgantes que aprovechan la doble altura del espacio.
Si el tiempo lo permite, la terraza es un verdadero lujo. Llena de árboles, plantas, iluminación sugerente y mobiliario exquisito, invita al cliente a relajarse y olvidarse de los ruidos de la ciudad.
Conectado al salón principal, a través de un pasadizo revestido completamente de madera natural tratada, encontramos un pequeño salón-biblioteca, que recuerda estéticamente a los estudios de arquitectura con sus flexos y estanterías. Se trata de una zona más reservada, pensada para comer, usar el ordenador, consultar libros, apreciar la luz y la tranquilidad del paisaje exterior.
Bosco de Lobos es un restaurante contemporáneo, urbano, desenfandado, de horarios largos y precios que pretenden ser comedidos. Entrar en Bosco es desconectarse de la ciudad y adentrarse en un espacio luminoso y abierto pero escondido detrás del Colegio de Arquitectos.
BOSCO DE LOBOS: C/ Hortaleza, 63 (Chueca-Malasaña), Madrid
Referencia fotografica: Olga Planas y el baul de colette.