El arquitecto y diseñador conocido popularmente como Le Corbusier, creó esta famosa butaca y otras con el mismo estilo a partir de 1920, tras establecerse en Francia. El modernismo y el gusto por rediseñar piezas antiguas utilizando métodos y materiales industriales, hicieron que sea considerado como uno de los grandes de los últimos tiempos.
Por lo que inicialmente alcanzó la fama, fue por crear los diván/ butaca Chaise Longe, similares a los que vemos en las consultas de psiquiatras, al menos en las películas. Después, empezó a introducir conceptos futuristas en la estética arquitéctonica, que aún seguía muy clásica.
Una obra maestra
Cuando creó su obra maestra, la butaca LC4 y que lleva su nombre, allá por 1928, ya era un diseñador consolidado. Su forma ergonómica, sus aires industriales y modernistas y su comodidad, hacen que sea un clásico del diseño que aún sigue de moda. Le Corbusier siempre defendió la utilización lógica de los materiales de su época, como el hormigón armado, el vidrio plano y los productos artificiales, y los utilizó en numerosos proyectos como arquitecto.
Además, dio mucha importancia a la sobriedad, a la sencillez y a lo que hoy en día podría considerarse minimalista. Prácticamente todas sus piezas están formadas por acero cromado e inoxidable, siempre de diseño tubular. El diseño se compone de un armazón inferior lacado en color y un armazón superior cromado que se puede ajustar en altura, así como de un cómodo reposacabezas tapizado en cuero que completa la obra maestra.
Un clásico del diseño modernista que sobresale por su comodidad.
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