Yo misma me pregunto constantemente cómo consiguen tener esos espacios en los que todo parece tan puro y tan bonito. ¿Nunca llegan sus hijos del colegio con extraños mondongos de arcilla que quieren exhibir en los estantes más visibles de la casa? ¿No les regalan juguetes de plástico de colores chillones, sólo ideales figuritas de madera? ¿No tienen recipientes con decenas de lápices, pinturas y rotuladores de colores, que los niños quieren conservar por encima de todo? ¿No tienen familiares que les regalan cuadros que no combinan con ningún elemento de la casa? ¿No caen en modas de las que luego se arrepienten profundamente?
¿Cuál es el secreto? Estilismo… Truco… Trampantojo. Se quita de la foto todo aquello que la contamina. Ése es nuestro trabajo al fin y al cabo…
En cualquier caso, Saar Manche muestra imágenes llenas de belleza, refleja la vida en su casa de forma delicada y cuidada, y es una enorme fuente de aprendizaje e inspiración. Además, al margen de los detalles, las composiciones que ha creado en su casa son preciosas. ¿No os parece?
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