A la hora de realizar la reforma de una cocina hay que tener en cuenta una serie de puntos claves para conseguir un resultado satisfactorio, evitar contratiempos y sobrellevar el estrés que siempre ocasiona una obra, por los que las claves para reformar una cocina son:
Comenzar con un boceto en el que plasmar todos los cambios que deseamos y tenemos en mente, distribuyendo los elementos en el espacio, ajustándonos a nuestro estilo y necesidades, es un ejercicio de planteamiento perfecto para organizar nuestras ideas y hacer de este espacio un lugar con personalidad a la vez que cómodo, para ello no hace falta ser un experto en dibujo, solo saber lo que queremos, porque tras realizar este ejercicio debemos buscar un profesional de referencia, especializado y acreditado que lleve a cabo el Proyecto de Reforma. Arquitectos, interioristas, diseñadores o empresas especializadas son los encargados de dar forma en un plano a esos pensamientos, a elegir lo más adecuado, te darán las claves sobre la distribución, te ayudarán a encontrar soluciones a posibles problemas, te aconsejarán en cuanto al mantenimiento, resistencia y durabilidad de los materiales, ajustándose al presupuesto.
Se recomienda pedir al menos tres presupuestos, sellados, firmados y por escrito, pero no muchos más, puede ser contraproducente y confundir en vez de ayudar. Este tiene que incluir las diferentes partidas detalladas del proyecto de reforma: albañilería (precio por metro cuadrado), fontanería (revisión de la instalación de gas, tuberías, desagües, caldera), electricidad (renovación del sistema y adaptarlo a la normativa vigente), mobiliario y encimeras (especificar el modelo, material, precio y mano de obra), pavimentos y paredes (detalle de la cantidad de material, fabricante, modelo, color y una muestra de cada, si es posible). El presupuesto tiene que determinar el periodo de finalización y la fecha prevista de entrega.
Una vez aceptado y firmado el contrato del proyecto de reforma con el interiorista, diseñador o empresa, se hace entrega de la factura con el coste total más IVA , ya que implica garantía y es a su vez, un seguro de responsabilidad civil, por si hubiese que reclamar algún accidente o desperfecto. Dependiendo de la empresa o profesional se suele hacer una previsión de pagos que suelen oscilar , de un 30/40% al comienzo de la obra para la compra de materiales y como garantía del encargo, un 40% a la mitad de la reforma de la cocina y el resto al final de la obra.
Para llevar a cabo el proyecto es necesario realizar unos trámites, el llamado permiso o licencia de obra. Los trámites para reformas se solicitan en el Ayuntamiento o de forma telemática, y no son caros, ni complejos de gestionar; cada ayuntamiento exige una documentación y un pago de tasas diferentes , suelen ser del 2 al 6% del presupuesto de ejecución material. Normalmente puedes encontrar toda la información necesaria en la web del ayuntamiento, en el apartado de normativa urbanística. El coste de estos trámites, el pago de las tasas, debe incluirse en el presupuesto.
Existen dos tipos de certificados de obras:
– Obra menor: no modifica, altera o afecta a elementos comunes y elementos estructurales.
– Obra mayor: modifica elementos estructurales o ampliación de la obra existente, esta requiere una cédula de habitabilidad y que cumpla el CTE (Código Técnico de la Edificación). Si es del tipo de obra que afecta a la comunidad de vecinos o a elementos comunitarios, la licencia debe exponerse en el tablón de la comunidad con carácter informativo, son los llamados comunicados de obra.
Ahora ya solo quedan ganas de ponerse manos a la obra y contar con profesionales, porque ellos sabrán sacar lo mejor de tu espacio para tener la cocina que siempre has soñado.
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