A veces lo tenemos un poco complicado por el tamaño de la habitación, si encontramos alguna columna que afecte al chi del espacio, y muchas otras circunstancias. No obstante, te voy a dar unos trucos muy sencillos para que los tengas en cuenta. Fáciles y a poner en práctica en un pis las.
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Elegir la cuna acorde con el tamaño del dormitorio
¿A quién no le gustaría tener un dormitorio con un buen espacio donde dividir la zona de descanso y de juegos?. Pero no siempre es posible. Debemos tener en cuenta que si contamos con un dormitorio pequeño los muebles deben ir acordes con el espacio, y que los colores claros siempre son un acierto.
¿Cuadrada o redonda?
Son más Feng las redondas y si las eliges cuadradas, mejor las de madera, porque activan además el chi del espacio. Y con ruedas, para que puedas moverla siempre que lo desees. Esto es bueno porque si detectas alguna energía que pueda estar perturbando al recién nacido o está intranquilo la puedes cambiar de posición.
El mejor sitio para ubicarla
Siempre con la cabecera apoyada en la pared. Evita que esté en línea directa con la puerta, con ventanas o debajo de ella. No obstante, la puerta debe estar en el campo visual del bebé {pero recuerda que no directamente}.
Si existen esquinas puntiagudas que apuntan directamente hacia la cuna debes cambiarla de lugar, o cubrirlas con un mueble o colocar una bola de Feng Shui.
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Las mejores orientaciones según el FS tradicional
@ Orientada hacia el norte: favorece la salud y la energía vital.
@ Orientada hacia el sur: favorece la intuición y estimula los sueños.
@ Orientada hacia el oeste: perfecta para niñ@s más inquietos. Favorece la tranquilidad.
@ Orientada hacia el este: dinamismo y ganas de vivir.
Y desde luego hay una clave que nunca falla, la intuición maternal.
Gracias por tus comentarios
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