El amarillo, el naranja y el chocolate son unos colores clásicos para el otoño ya que recuerdan a las flores y a las hojas secas de estación. Pero además son colores que aportan calidez, de hecho en bastantes ocasiones también se usan para el verano, ya que comparten un tono luminoso. No componen la paleta de moda, pero son siempre un acierto y, además rebajan el tono frío de los que si los son.
Por ello, lo podemos ver en pinturas, cortinas y textiles,en cualquier estancia de la casa. Cocinas como las de Eres casa contemporánea o la marca italiana Lago no tienen problema en usar canarios o naranjas.
La madera y los dorados también evocan en su variedad tonal este efecto ya que además todos juntos recrean un fuego ficticio. El marrón y su variedad golosa junto con las pinceladas doradas son de los más fáciles de encontrar. Ralph lauren lo integra en su colección empezando por la lencería de cama.
Para los más arriesgados el naranja y el amarillo se pueden llevar al salón, a las paredes con pintura o papel pintado y a los muebles mediante tapizados. Bruguer en su colección colores del mundo nos los ofrece de la india y el mediterráneo. KA internacional lo propone en una de la reinvención de sus clásicos. En los textiles es fácil encontrarlos en Casa, Zara Home.
Designers Guild apuesta por el amarillo y un verde lima que se confunde con él. El naranja aparece en combinación estampada con rosas, morados y verdes.
Ten en cuenta que, sin embargo, puedes acompañar estos 'fuegos' con los colores de más rabiosa actualidad como el berenjena y morado, el verde pistacho o fluor, el azul eléctrico o el gris. Estos, aunque son tendencia, son bastante más gélidos. ¿Qué opinas?