Una de las cosas que echo en falta en Madrid es una gran terraza o un patio para poder disfrutar, sobre todo, de las veladas de verano. Me encanta la idea de relajarme un poco por la noche, y tener la sensación de que estás de vacaciones aunque sigas trabajando en la ciudad.
María Pazos tiene la enorme suerte de tener una gran terraza en su casa. Sin embargo, por circunstancias diversas, no la tiene montada ni amueblada. Hace una semanas me lanzó la idea de hacer algo para crear un poco de ambiente. Y yo ni corta ni perezosa, cogí el lazo y allí que me planté.
No pudimos trasladar mobiliario pero sí que podíamos crear un estilismo para, por lo menos, despertar la imaginación sobre lo que allí se puede hacer. Con las pocas cosas que teníamos y con su sillón de palets, creamos un pequeño rincón de relax cómodo y sobre todo, refrescante.
Unos cojines, una mosquitera, lámparas colgantes y alfombras fueron suficientes para darle vida a la terraza y acompañar a las auténticas protagonistas, las plantas de María. Y aunque nuestro estilismo lo hicimos de día, las guirnaldas de luces y unas velas serían suficientes para poder disfrutar de esta enorme terraza también de noche.
¡¡María, ya no tienes excusas!!