En el post de ayer sobre Perpignan, me dejé en el tintero una dirección que merece la pena conocer. En el Pasaje Doisneau abrió sus puertas hace menos de un año Pas Très Sage, un concepto de restaurante-cafetería y tienda de muebles vintage.
Fuente imágenes: TocTocVintage!
Caroline Chanard y Jéremy Lavail han resucitado una antigua galería en el centro de la ciudad. El local se encontraba en un avanzado estado de abandono y de los escombros ha nacido este bistró-boutique donde además de comer lo que quieras puedes comprar de todo: mobiliario recuperado, máscaras de luchadores mexicanos o antiguos carteles de cine, entre otros curiosos objetos.
En una enorme pizarra colgando del techo se exponen las bebidas calientes y la selección de vinos. Justo detrás, una gran estructura de hierro fundido que había pertenecido a un antiguo barco de vapor . En Pas Très Sage se pude degustar un ligero menú al mediodía aunque su plato fuerte son los postres. El pastelero belga Xavier Mertz es el responsable de los dulces, habiendo trabajado anteriormente en Bruselas como proveedor de la corte real del país.
Este singular local en el centro de Perpignan es toda una tentación a la que es difícil resistirse.
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