” — Jean Philippe Demeyer
Tomando esto en cuenta muchas veces nos encontramos con lo que Carolyn Englefield, editora de Veranda, llama el arte de la imperfección.
Pero qué podemos hacer para lograr que nuestros espacios se vean así?
Cómo conseguimos decorar y mantener la decoración?
Cómo logramos espacios que además de hermosos, se sientan nuestros, únicos y habitados?La clave es diseñar con intención, crear espacios con propósito. No decorar por decorar, sino decorar atendiendo a las tres claves imprescindibles del diseño: la función, la estética y la emoción.
Al fin y al cabo, en palabras de Robin Siegerman:
a. Contratar un batallón de ayuda doméstica.
b. Cambiar los hábitos de orden tuyos y de tu familia.
c. Trabajar de sol a sol en tu casa y dedicarte con devoción a ella.
d. Todas las anteriores.
e. Ninguna de las anteriores.
Verás aunque tener buenos hábitos de orden, ayuda en casa y devoción por las tareas del hogar son cosas deseables, no son imprescindibles para tener lo que me gusta llamar un Interior Intencional.
¿Qué es un espacio intencional?
Un espacio intencional es aquel que fue concebido con la intención de suplir tus necesidades funcionales, estéticas y emocionales.
Ya sé que todavía debes estar medio en el aire, me explico, un espacio intencional es aquel que ha sido pensado y diseñado:
Según tu estilo.
Tomando en cuenta lo que te hace feliz; y
Tomando en cuenta tus hábitos y rutinas.De esta manera tu espacio se vé de una determinada forma (estilo decorativo), funciona para apoyar tu estilo de vida, hábitos y rutinas (necesidades prácticas) y permite que realices en él, sin limitarte ni hacerte sentir miserable, las actividades que te hacen feliz.
¿Cómo puedes lograr un espacio intencional?
Partamos de la idea de que eres una chica casual, te gustan las cosas simples y sofidticadas a la vez, te seducen los elementos industriales y lo natural hecho a mano; amas invitar a tu casa a unos pocos amigos con bastante frecuencia, tienes 2 niños no muy organizados, y adoras el estilo bohemio y chic.
Source: Anthropologie.
Si te preguntas cómo puedes hacer que tu espacio sea intencional, te cuento que la clave está en los siguientes puntos:
Primero debes observar, reconocer y aceptar tus hábitos y rutinas. Ya se que hay cosas que pudieran estar mejor, pero no desgastes tu energía cambiando la manera en que vives naturalmente, reconócela, acéptala y si tienes que hacer una que otra adaptación, vale, pero no te enfrasques en cambiarte.
Por ejemplo, todos los días tus hijos dejan tiradas sus mochilas y bultos en la entrada, y los catálogos y correspondencia se apilan en una silla.
Source: Anthropologie.
En segundo lugar, debes reconocer lo que te hace feliz, cuáles son tus expectativas en cuanto a tu espacio, que amarías hacer en él. Por ejemplo, te encanta ver TV con tu familia, o partidos deportivos los fines de semana con los amigos, o tener cenas casuales, o jugar juegos de mesa, o leer, o recibir invitados y hacer cenas formales, o meditar o orar. No importa cual sea la actividad que anhela tu corazón; tu espacio debe apoyarla. Si te gustan los juegos de mesa, y los juegas en el comedor, quizas tu buffetera deba tener una sección para almacenarlos, por ejemplo.
Por ejemplo, amas recibir amigos y agradarlos con un magnífico café o té y algún postre “homemade”
Source: Anthropologie
Por último, debes tener en cuenta tu estilo decorativo, lo que te gusta estéticamente hablando, debes tener una carta de estilo, crea un tablero en Pinterest, un Ideabook en Houzz o un libro de recortes de revistas. Cualquier opción es buena, pero define lo que te gusta. Luego analiza que te gusta de cada foto, color mobiliario, acabados, y ve anotando, al final tendrás un perfil de estilo bastante completo.
Por ejemplo, eres una chica bohemia, pero serena y te gusta un toque de elegancia casual en tu espacio.
Source: Anthropologie
Un último consejo
Y antes de terminar, quiero decirte el secreto para poder lograr todo esto:
”
Al final habrás logrado un espacio con propósito, un espacio intencional, justo a tu medida.
Hasta pronto y