Ni botellas, ni bolsas y utensilios. Y tampoco muebles y accesorios de este material que inunda el planeta. Decir adiós al plástico en casa no solo es abrazar un nuevo estilo de vida sostenible. Además puedes replantearte la decoración de tus estancias. Desterrarlo de los ambientes poco a poco. Con pequeños detalles o con cambios más valientes. Tú decides.
Decir adiós al plástico en casa requiere capacidad de observación. Pararnos a detectar todo lo que nos rodea que está hecho con ese material. Y por supuesto no desesperarnos y tirar la toalla en el primer contratiempo. Es un proyecto de largo recorrido, de poco sirve pensar que lograremos deshacernos de su presencia de un día para otro. Empezar por lo que nos resulte más sencillo, siempre será alentador y nos motivará a continuar adelante.
Adiós al plástico y sí al minimalismo residual
¿Qué tal empezar a decir adiós al plástico y apostar por el minimalismo residual? La cultura del zero waste cada vez reúne más adeptos y aspira a disfrutar de una vida doméstica donde sea viable reducir al mínimo la basura y los residuos. Y esto implica ambientes más naturales de la mano de la ecología. Hasta hay libros que la promueven y cuentan cómo practicarla. Bea Johnson es la autora de la obra Residuo Cero: un manual para seguir paso a paso la citada corriente. Si hay dos lugares en casa donde podemos empezar a decir adiós al plástico es en la cocina y en el baño.
La primera lección será desterrarlo de nuestra cesta de la compra y adquirir nuevos hábitos. Desde utilizar recipientes de vidrio, a usar productos a granel. Y por supuesto emplear bolsas de tela para llevártelos a casa. Adiós al plástico de las botellas, de los envases de las frutas y verduras, los detergentes y productos de limpieza. Es decir, dejar de ver de una vez por todas los plásticos de un solo uso.
Después llegará la hora de decir adiós al plástico tan presente en muchos utensilios de la despensa y la nevera, como los tradicionales tápers para guardar comida, alimentos sin cocinar, etc. Además habrá que olvidarse de los vasos, platos y cubiertos fabricados en este material. Por muy prácticos que sean para las comidas improvisadas y las fiestas de cumpleaños de nuestros niños.
El cuarto de baño también es un territorio fantástico donde decir adiós al plástico. Primero con los útiles de aseo diario, como las cuchillas, los cepillos de dientes y los vasos o dosificadores de jabón. Y después, sustituir algún accesorio de PVC, tan económico y presente en la industria de la decoración y el equipamiento. Apostar por cestos de mimbre o fibras naturales y carritos auxiliares metálicos. O bancos de madera resistentes a la humedad que de paso añadirán un toque spa al baño.
Un lugar para los materiales auténticos
Nada como recuperar la cerámica de siempre en la vajilla diaria, y como mejor aliada, vasos y jarras de cristal grueso transparente o de colores de moda. Si además vestimos la mesa con mantelerías de tejidos cien por cien naturales o altos en esta composición, podemos presumir de tener un comedor de diario que apuesta por la sostenibilidad. Y empezar a usar esas copas tan infrautilizadas a pesar de lo bonitas que son.
Ahora bien, aún es posible hacer mucho más para olvidarnos de una vez por todas de este material en nuestros interiores domésticos. Por ejemplo, descubrir en las tiendas de decoración platos y cuencos enteramente hechos de bambú, y cubiertos de madera que añadirán un aire étnico a la mesa.
También habrá que decir adiós al plástico en bandejas y jarrones, por muy monos que sean. Aprovecha para renovar estos utensilios y presume de estar a la última en cestería artesanal, a base de colores sumamente cálidos e intensos. Por ejemplo, hay diseños de sisal tejido a mano que ponen un sello étnico a la decoración y refuerzan su concepto ecológico sin complicaciones.
Repite la operación con las lámparas que iluminan cada uno de tus ambientes. Ha llegado la hora de sustituirlas por otras opciones afines al espíritu eco-friendly que estás consiguiendo. Piensa en diseños de fibras naturales, como el ratán, el mimbre y la rafia. Son súper tendencia.
Mobiliario con sello de autor
En este valiente proyecto para decir adiós al plástico el mobiliario de las habitaciones debe cumplir un gran papel. Lo ideal es deshacerse de cualquier diseño fabricado en PVC y otros materiales contaminantes, pero una cosa es la teoría y otra la práctica. Equipar nuestros ambientes favoritos, donde más vida hacemos, con muebles que favorezcan la sostenibilidad y el reciclaje.
Y dentro de ellos las piezas de madera recuperada son una gran opción para empezar a realizar cambios importantes en las estancias. Las habitaciones infantiles son un buen punto de partida si se introduce en ellas camas, mesitas de estudio o cunas de madera recuperada y trabajada de forma totalmente artesanal. Y además con diseños simpáticos y muy inspiradores para sus pequeños habitantes.
En el dormitorio también es fácil propiciar una decoración que diga adiós al plástico si está presente en los muebles y accesorios. En su día estas piezas nos sirvieron para dar forma a una decoración básica y económica. Sin duda, y no tuvimos en cuenta su factor contaminante. Ahora, unos muebles de madera restaurada o diseños hechos por nosotros y todo cambiará: cómodas, bancos y cabeceros súper personales.
A ras de suelo
Definitivamente, otra zona de la casa donde hay que decir adiós al plástico, es en la terraza. Con la primavera a la vuelta de la esquina no queda nada para empezar a disfrutarla como el escenario privilegiado que es. Así que es un momento estupendo para sustituir su equipamiento de PVC por otro bastante más ecológico. E incluso afrontar un cambio más profundo si hacemos mucha vida en ella, en concreto acondicionarla con suelos que resultan cálidos de aspecto y resultan comodísimos de mantener. Prueba con los porcelánicos o los de linóleo y verás qué descubrimiento. Como verás decir adiós al plástico permite renovar a fondo tus ambientes y que ganen encanto.
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