Ni botellas, ni bolsas y utensilios. Y tampoco muebles y accesorios de este material que inunda el planeta. Decir adiós al plástico en casa no solo es abrazar un nuevo estilo de vida sostenible. Además puedes replantearte la decoración de tus estancias. Desterrarlo de los ambientes poco a poco. Con pequeños detalles o con cambios más valientes. Tú decides.
Adiós al plástico y sí al minimalismo residual
La primera lección será desterrarlo de nuestra cesta de la compra y adquirir nuevos hábitos. Desde utilizar recipientes de vidrio, a usar productos a granel. Y por supuesto emplear bolsas de tela para llevártelos a casa. Adiós al plástico de las botellas, de los envases de las frutas y verduras, los detergentes y productos de limpieza. Es decir, dejar de ver de una vez por todas los plásticos de un solo uso.
Después llegará la hora de decir adiós al plástico tan presente en muchos utensilios de la despensa y la nevera, como los tradicionales tápers para guardar comida, alimentos sin cocinar, etc. Además habrá que olvidarse de los vasos, platos y cubiertos fabricados en este material. Por muy prácticos que sean para las comidas improvisadas y las fiestas de cumpleaños de nuestros niños.
Un lugar para los materiales auténticos
Nada como recuperar la cerámica de siempre en la vajilla diaria, y como mejor aliada, vasos y jarras de cristal grueso transparente o de colores de moda. Si además vestimos la mesa con mantelerías de tejidos cien por cien naturales o altos en esta composición, podemos presumir de tener un comedor de diario que apuesta por la sostenibilidad. Y empezar a usar esas copas tan infrautilizadas a pesar de lo bonitas que son.
Ahora bien, aún es posible hacer mucho más para olvidarnos de una vez por todas de este material en nuestros interiores domésticos. Por ejemplo, descubrir en las tiendas de decoración platos y cuencos enteramente hechos de bambú, y cubiertos de madera que añadirán un aire étnico a la mesa.
También habrá que decir adiós al plástico en bandejas y jarrones, por muy monos que sean. Aprovecha para renovar estos utensilios y presume de estar a la última en cestería artesanal, a base de colores sumamente cálidos e intensos. Por ejemplo, hay diseños de sisal tejido a mano que ponen un sello étnico a la decoración y refuerzan su concepto ecológico sin complicaciones.
Repite la operación con las lámparas que iluminan cada uno de tus ambientes. Ha llegado la hora de sustituirlas por otras opciones afines al espíritu eco-friendly que estás consiguiendo. Piensa en diseños de fibras naturales, como el ratán, el mimbre y la rafia. Son súper tendencia.
Mobiliario con sello de autor
Y dentro de ellos las piezas de madera recuperada son una gran opción para empezar a realizar cambios importantes en las estancias. Las habitaciones infantiles son un buen punto de partida si se introduce en ellas camas, mesitas de estudio o cunas de madera recuperada y trabajada de forma totalmente artesanal. Y además con diseños simpáticos y muy inspiradores para sus pequeños habitantes.
En el dormitorio también es fácil propiciar una decoración que diga adiós al plástico si está presente en los muebles y accesorios. En su día estas piezas nos sirvieron para dar forma a una decoración básica y económica. Sin duda, y no tuvimos en cuenta su factor contaminante. Ahora, unos muebles de madera restaurada o diseños hechos por nosotros y todo cambiará: cómodas, bancos y cabeceros súper personales.
A ras de suelo
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