Pues no está de más dedicar un rato a crear un rincón visualmente atractivo o a mejorar el aspecto de una estancia de casa de vez en cuando. El cambio puede ser mucho más impactante de lo que creemos.
Lo primero que debemos hacer es ubicar nuestra composición. Yo, en este caso, me voy a centrar en una pequeña cómoda que tengo en el dormitorio.
Después, elegiremos los complementos. Empezad por lo que tenéis en casa. No compréis nada antes de hacer las distintas pruebas. Es muy posible que haya uno o dos elementos que sepáis que van a ir ahí sí o sí, y ese puede ser un buen punto de partida.
A partir de ese elemento cread el conjunto. Elegimos distintos complementos en la combinación de color (recordad 60/30/10). Después usaremos unos, descartaremos otros, pero en principio hacemos una selección completa.
Recordad el juego de los tercios. Dividid visualmente el conjunto en tres cuerpos y cread conjuntos visuales separados.
En este caso, ni se me ha ocurrido jugar a la simetría por varios motivos. Por un lado, la ubicación de la cajonera no está centrada. A un lado tiene un tabique, al otro la ventana. Una simetría quedaría descompensada. Por otro, es demasiado pequeña y los dos elementos simétricos absorberían visualmente todo el conjunto.
Como veis, he realizado distintas pruebas, con complementos diversos y conjuntos diferentes. Al final, uno de los elementos que ha marcado más diferencia ha sido la altura. Con el espejo horizontal, todo el conjunto quedaba reducido, demasiado agrupado. Y el espacio negativo de la pared de arriba quedaba fuera del conjunto. Al girar el espejo de forma vertical hemos ganado ese espacio para el conjunto. Los dos tercios de los laterales respiran más y hemos aportado altura a la pared de la esquina. ¿No os parece?