(Imagen: Maisons du monde)
Uno de los grandes dilemas a la hora de decidir la decoración de nuestros hogares es escoger un estilo, a los que nos gusta este mundo nos suelen apasionar varios de ellos y es que existen muchísimos.
Lo más importante es que, más allá de las tendencias, escojamos aquello que nos haga sentir cómodos, que refleje nuestra personalidad, gustos y preferencias. Pero igual que un día estamos alegres, otro pensativos y al siguiente nerviosos o cabizbajos, cada momento puede apetecernos un estilo decorativo distinto. ¿Cómo podemos resolver esta situación?
Pues bien, las normas en decoración cada vez son más progresistas y eso de crear espacios uniformes y puros, totalmente clásicos o minimalistas, ha pasado a otra historia. La decoración ha ido evolucionando con el tiempo.
Mezcla, mezcla, mezcla... ¡y acertarás! Pero ¿cómo hacerlo?, ¿todo vale? Por supuesto, ¡no! Nos hemos vuelto modernos pero no locos. Sin duda el diseño ha dado más exclusividad y estilo.
1. Planificación: parte esencial para que nuestra casa no se convierta en un caos. Comprar poco a poco a base de impulsos o enamoramientos puntuales sólo funciona en escasas circunstancias y nunca cuando hablamos de la decoración total de una estancia. Es importante organizar y tener planificado todo.
2. Estilo dominante: escoge uno que sea el principal y protagonista, y otro que lo acompañe y haga de contraste en pequeñas dosis. Eso sí, esos detalles deben ocupar lugares presidenciales, nunca esconderlos, puedes emplear iluminación indirecta dirigida hacia esas piezas especiales que quieres destacar.
3. Evita el exceso de muebles: En línea con el anterior, si optas por combinar varios estilos y, además, sobrecargar el ambiente con un exceso de mobiliario el resultado no será nada bonito. Otra opción es recurrir a pequeños detalles que rompan esos looks homogéneos: cuadros, cajas, espejos, baúles... ayudarán a darle ese toque que buscamos sin resultar desmesurado.
4. O muy distintos o iguales: nada de medias tintas, si dos estilos son muy parecidos pero no exactamente iguales el conjunto quedará un tanto extraño. Elige tendencias totalmente opuestas: estilo romántico e industrial, clásico y minimalista...
5. Pocos colores o estampados: ya os hemos dicho que en estos casos, y en otros muchísimos, el exceso nunca es bueno. Por lo tanto emplearemos los colores y estampados para unificar ambientes y estilos. ¿La mejor opción?, una paleta neutra con acentos de color dosificados.
Ideas:
(Imágenes: Maisons du monde. Espejo y reloj de estilo industrial; cesta de mimbre y cómoda de estilo atlántico).
(Imágenes: Cojín (Mimub) y sillón (Maisons du monde) de estilo clásico; Faroles de forna de estilo nórdico (Mimub); cojín de papel trenzado tradicional (Zara Home))
Y a vosotros, ¿os gusta mezclar estilos?, ¿por cuáles optaríais?