Así que a causa de estos climas cambiantes, es muy común que en los hogares de esta época exista tanto aire acondicionado como también calefacción. ¿Qué consecuencias tiene esto en nuestra salud?
El uso de aire acondicionado ocasiona que los gérmenes se extiendan, por lo que es un gran inconveniente para la salud. Así, estos son algunos de los síntomas y dolencias que se sufren derivados de las condiciones de temperatura en el interior de la vivienda, según la Enciclopedia de Salud y Seguridad en el Trabajo del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo:
1 Sequedad, picores y enrojecimiento en los ojos.
2 Congestión nasal, resfriados, dolores de garganta, asma, infecciones que pueden derivar en una neumonía o en bronquitis, tos seca...
3 Sequedad en la piel, picores, rojeces...
4 Dolores de cabeza, somnolencia, ansiedad, mareos...
Por todo ello, vamos a anotar algunas recomendaciones que debemos tener en cuenta:
- Ajustar la temperatura del hogar entre los 24 y los 27 grados.
- Ventilar la vivienda para conseguir mantener la humedad en el ambiente.
- Limpiar los filtros del aire acondicionado.
- Procurar conseguir el mayor ahorro y rendimiento energético, en aras de reducir el consumo de equipos de climatización y evitar así los cambios drásticos.
- Prepararnos ante cambios climatológicos bruscos.
- Consultar al médico si notamos algún síntoma relevante.
- Y, por supuesto, mantener una buena hidratación y alimentación, ya que los cambios de temperatura debilitan nuestro organismo, no provocan la enfermedad.
Aquí tenéis más información para conseguir una vivienda saludable...
KÖMMERLING Vivienda Saludable
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