Nadie puede dudarlo, el sofá figura entre los elementos más relevantes del salón. Además de ser un mobiliario funcional, es el genera el mayor impacto en términos de decoración. Atendiendo a ello, conservarlo en buen estado se convierte en prioridad. Precisamente es la frecuencia de uso la que lo hace vulnerable a los accidentes, sobre todo, cuando hay niños pequeños en casa, sin apartar el deterioro que suelen ocasionar las mascotas.
Aunque existe una amplia variedad de métodos que prometen protección anti manchas, ninguno se compara al uso de una funda de sofá, la opción perfecta para mantener el buen estado del mueble o darle un vuelco radical a la decoración en cuestión de minutos, y sin tener que gastar demasiado.
Evitar las manchas es la mejor forma de protección
Una funda es la solución idónea para proteger y preservar la tapicería no sólo frente a las manchas, sino también ante el sudor y el desgaste que se deriva del uso regular. En hogares que integran amigos peludos, sirven de escudo contra los olores, arañazos y los pelos que suelen soltar.
Un nuevo sofá en tiempo récord
Por otra parte, la funda brinda la opción de cambiar la imagen de los sofás antiguos que permanecen guardados, agregando un toque moderno y de distinción de manera instantánea. Sea en mobiliarios en desuso o como sistema de protección, la funda alarga la vida útil de los muebles en simultáneo que mejora su imagen e incrementa en gran medida, el confort.
Variedad de diseños para todos los gustos
La compra e instalación elimina la necesidad de aplicar sustancias sobre los muebles, productos que pueden llegar a comprometer el acolchado y, por ende, la comodidad del sofá. Los fabricantes se esfuerzan en llenar sus catálogos con múltiples ofertas que se ajustan a cualquier estilo decorativo. De hecho, existen empresas que ofrecen servicio personalizado, permitiendo escoger desde el diseño y color, hasta los materiales y nivel de almohadillado.
La mejor solución cuando la protección ha llegado tarde
En ocasiones, las manchas son tan rápidas o fuertes que no hay nada que hacer, frente a la desastrosa situación, la funda para sofá representa una nueva oportunidad sin lidiar con el desembolso que supone volver a tapizar.
La evolución de estos productos juega a favor, en la actualidad es sencillo encontrar diseños que equilibran elegancia y comodidad, de esta forma, el resultado se equipara al de la tapicería original. Los protectores anticuados quedan sepultados en el pasado, las fundas actuales están diseñadas para brindar opciones adecuadas a cualquier estilo decorativo, aspecto que permite disfrutar desde la sobriedad del negro, hasta tapizados multicolores y en textiles texturizados.
Hay una funda para cada estilo de sofá
En su mayoría, estos productos integran elásticas que garantizan el ajuste perfecto al mueble sin importar las variaciones de forma. Todo es cuestión de elegir el modelo adecuado en función del tamaño y diseño. Asimismo, existen opciones que dejan ver parte de la tapicería original. En este caso, simplemente se colocan sobre el sofá y quedan listas para brindar protección en los lugares más vulnerables al deterioro por el roce o las manchas.
Espero que te hayan servido de ayuda estos consejos y me ayudes a compartirlo con tus amigos.
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