Cómo ventilar una casa
Ventilar la casa de manera adecuada es esencial, sobre todo en estos momentos de pandemia en los que la calidad del aire en espacios interiores es tan importante.
En la actualidad estamos obligados a permanecer mucho más tiempo en espacios cerrados, en los que los niveles de contaminación pueden ser incluso mayores que en el exterior.
Uno de los aspectos que más debemos vigilar es el de la propagación viral. El Coronavirus parece que ha venido para quedarse y debemos combatirlo con todas nuestras armas.
Pero además de los virus, en el ambiente interior de nuestros hogares habitan organismos como:
Contaminantes domésticos generados por el uso de disolventes, amoníaco, quita grasas y otros productos de limpieza.
Malos olores procedentes de cocina y baños.
Ácaros y mohos.
CO2 producido por nuestra respiración.
Condensación producida por el exceso de humedad ambiental.
15 minutos al día son suficientes para ventilar la casa correctamente.
Si ventilamos durante más tiempo, la estructura de la vivienda se enfriará, y el sistema de calefacción deberá calentar nuevamente dicha estructura. Mientras esto sucede, nuestras paredes, suelos y techos absorberán el aire caliente y a partir de ahí calentará el aire interior con lo cual tardaremos más tiempo en sentir una agradable sensación de calor.
Esto también incrementa el consumo en calefacción.
El mejor momento para ventilar una casa depende de la estación del año y el tipo de clima, pero en general se deberán elegir las horas del sol, sobre el mediodía, en invierno, y la noche para ventilar en verano.
En ciudades y poblaciones con gran actividad se evitarán las horas de mayor tráfico para evitar la entrada de contaminantes procedentes del exterior.
Un factor importante es el número de personas que habitan la vivienda. Cuanto mayor sea el el número mayor será la aportación de CO2 y otros contaminantes de modo que deberemos ventilar durante más tiempo.
Este sencillo gesto nos permite oxigenar los espacios adecuadamente y reducir la propagación de virus.
Ventilar es el primer paso para eliminar las sustancias nocivas que se van acumulando en las viviendas y genera además todos estos beneficios:
Combate ácaros y polvo.
Se reduce la concentración de CO2 al entrar aire limpio.
Disminuyen las alergias y el asma.
Controla el grado de humedad.
Elimina malos olores.
Pero…. ¿Qué sucede cuando la ventilación natural no es posible?
En ocasiones ventila la casa a diario es complicado: incómodas corrientes de aire, entrada de contaminantes desde el exterior, enfriamiento de la estructura del edificio y el aire interior, exceso de humedades.
Para estos casos existen Unidades de Tratamiento de Aire, que introducen aire filtrado desde el exterior haciendo que el aire interior de la casa se renueve varias veces al día sin necesidad de abrir las ventanas.
En Hogar Seco disponemos de las unidades más avanzadas del mercado, con unos niveles de consumo energético mínimos y un nivel de ruido casi imperceptible.