A pesar de ser un estilo carente de ornamentos y basado en la simplicidad, los materiales utilizados compensan la desnudez de los espacios, sobre todo gracias a la madera (natural o incluso en tonos oscuros), también a otros materiales naturales como las fibras, el bambú, el ratán,… y textiles como los linos. Los colores también están compensados, los más fríos procedentes de la tendencia nórdica (verdes, rosas, azules o grises) se caldean gracias a los tonos terrosos, marrones, beige e incluso negros, procedentes de la nipona.
Del estilo japonés también se hereda el característico tamaño de los muebles, mucho más bajos a lo que estamos acostumbrados o elementos tan típicos como las lámparas de techo de papel.
En este combo de estilos se busca sobre todo la simplicidad y funcionalidad. El estilo Japandi huye de lujos superfluos, cada objeto tiene su sentido. Poco más que algunas plantas, quizás sólo una, influencia de la cultura zen como conexión con la naturaleza, o puede que alguna pieza de cerámica hecha a mano.
Para mí sin duda la mezcla de estos dos estilos me resulta más interesante que ambos por separado. Y a vosotros ¿os gusta?
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