Mirado por el lado positivo, las estrecheces nos hacen más ingeniosos y nos ayudan a desarrollar la creatividad. Con los recursos que veremos a continuación, tener una casa bien arreglada no tiene que ser solo cosa de ricos.
Prioriza
Esta es la primera habilidad que necesitamos desarrollar para amueblar una vivienda cuando no disponemos de mucho dinero. Hacer una lista con lo estrictamente imprescindible que necesitamos para vivir es muy útil para focalizar nuestros recursos en lo esencial. Cama, nevera, mesa, sillas y sofá deberían encabezar la lista. La suerte es que todo esto se puede comprar de segunda mano y fácilmente por internet, en tiendas como compra-venta.es. Esto nos permitirá dar un segundo uso a muebles y electrodomésticos seminuevos manteniéndonos a la vez dentro de un presupuesto ajustado.
Inspírate
Consultar revistas de decoración y navegar por blogs de decoración para definir un estilo para nuestro hogar nos ayudará a la hora de coger ideas, aunque luego las materialicemos a modo low-cost. Por ejemplo, tener una mesita de noche puede ser tan fácil y barato como apilar unos cuantos libros con un poco de gracia. Podemos también recurrir a bazares, en lugar de acudir a tiendas de decoración convencionales, en busca de la versión barata de un artículo que nos haya llamado la atención. Dar personalidad a nuestra casa no tiene por qué significar un gran gasto.
Recicla
De la misma forma en la que podemos encontrar muebles para el salón de segunda mano por internet, salir a la calle el día de la recogida de muebles viejos es otro recurso que nos permitirá, si estamos de suerte, conseguir artículos para el hogar totalmente gratis. Es cierto que esta práctica no es apta para los más pudorosos, pero ciertamente es la opción más económica para encontrar ese sillón vintage o esa lámpara de pie para, por ejemplo, crear un rincón de lectura en tu salón sin gasto alguno.
Cuida los detalles
En vez de amueblar el dormitorio o el comedor sin ton ni son con lo primero que encontramos, tómate el tiempo de pensar en la distribución y combinación de texturas y materiales. Asimismo, podemos añadir pequeños elementos que hagan las estancias más acogedoras simplemente poniendo unas velas en una repisa, un jarrón con flores encima de la mesa o colgando una tira de fotos personales de blanco y negro en una pared.
Aunque no vamos a negar que tener los bolsillos llenos ayuda a vivir con más comodidades, una vivienda low-cost es posible. Al final, amueblar bien es más cuestión de creatividad y buen gusto que de otra cosa.
Artículos relacionados:
Consejos para Amueblar un Piso Pequeño