Espacio: No todo el mundo tiene una estancia exclusiva en casa para ubicar un despacho, pero esto no supone ningún problema, ya que podemos adaptar un pequeño rincón de nuestro salón y adueñarnos de ese espacio. ¿Cómo separarnos del resto de la estancia? No hay necesidad de meternos en obras, hay varias soluciones que nos aportarán la intimidad que necesitamos, como un biombo, unas elegante cortinas, o varias macetas altas. Cómo veis no hace falta aislarse entre cuatro paredes para crear nuestro propio espacio.
Organización: La organización es uno de los principales factores que hacen aumentar nuestra concentración y productividad. Debemos crear un entorno en el que tengamos todo lo necesario a mano y por supuesto bien organizado. Para esto podremos colocar sobre el escritorio un muele sobremesa con cajones o bajo él una caja o cesto. De esta manera podremos tener todos los utensilios que nos sean necesarios sin crear el caos en el escritorio.
Inspiración: De ninguna manera queremos renunciar a la decoración, estimular la vista con detalles creativos aumenta nuestra inspiración. Te sugerimos colocar en la pared una pizarra o portafotos y alguna planta pequeñita sobre la mesa. Puedes hacer tu rincón mucho más acogedor con una alfombra bajo tus pies. Elemento que además de aportar calidez, delimita el espacio.
Iluminación: Si vas a trabajar durante las horas de luz, es evidente que aconsejamos colocar tu escritorio o mesa frente a una ventana, aprovechando cada hora de sol. Si esto no es posible por la distribución de tu casa, debes colocar una gran lámpara o flexo, objetos que a su vez te permitirán trabajar de noche con toda comodidad.
Estimulación del olfato: El sentido del olfato es un gran aliado de la concentración y la inspiración, por ello te recomendamos alguna vela aromática bonita que haga más llevaderas tu horas de trabajo.