Cómo limpiar los suelos de los baños y la cocina
Con la limpieza de los suelos estamos cumpliendo dos misiones fundamentales: eliminar la suciedad y desinfectarlos para dejarlos libres de grasa, manchas y, especialmente, virus y bacterias. Veamos los pasos que hay que seguir para dejarlos relucientes porque, en realidad, es muy sencillo. Debemos saber que los suelos cerámicos son muy agradecidos y que si seguimos algunas rutinas fáciles de limpieza conseguiremos que brillen como el primer día.
- Elimina toda la suciedad que haya en el suelo: polvo, pelusas, migas en la cocina, cabello en el baño, etc. Para este fin te puedes ayudar de una escoba o una aspiradora. Debes dejar el suelo totalmente libre de impurezas para que el siguiente paso sea efectivo.
- Friega el suelo. Hay que mezclar en el cubo de la fregona agua caliente o tibia con un producto de limpieza, desinfectante y perfumado, específico para suelos cerámicos. Estos productos actúan como desengrasantes, evitan la acumulación de cal, la abrasión y la formación de velos blancos. El efecto limpiador y el perfume agradable ofrecen altos niveles de higienización y, además, devuelven el brillo al suelo. Es importante tanto empapar bien como aclarar y secar adecuadamente para dejarlo totalmente limpio.
- Abrillantar. Para este último paso, una mopa de toda la vida puede ayudarte a sacar el brillo que deseas.
A tener en cuenta...
Si lo que queremos hacer es una limpieza ocasional más profunda, podemos recurrir a una máquina para limpiar con vapor, que gracias al calor que desprende es capaz de quitar la suciedad más incrustada. Y si pese a todo no conseguimos quitar las manchas difíciles, entonces no queda más remedio que frotar con un cepillo de cerdas suaves especial para suelos cerámicos. Igualmente, hay que hacer una limpieza regular de las juntas, y para ello podemos ayudarnos de un simple cepillo de dientes impregnado en una mezcla de agua tibia y lejía o en un producto especial para limpiar juntas.
En tiempos de coronavirus, es obligado referirnos también a su desinfección. Esto podemos conseguirlo gracias a la lejía, y es que el agua con lejía es perfecta para desinfectar. Tenemos que mezclar en una botella 20 mililitros de lejía con un litro de agua fría justo antes de limpiar o, al menos, el mismo día que lo vamos a utilizar.
Si vas a usar lejía, recuerda los consejos de la OCU:
- Usa lejía alimentaria, sin perfumes.
- Lee bien la dosis que indica el envase. No uses más de medio vaso por cada dos litros de agua.
- Mézclala con agua fría, para que el cloro no se evapore y pierda la capacidad desinfectante.
- Ventila la habitación al limpiar y al terminar.
Por último, si deseas hacer una limpieza ecológica de tus superficies cerámicas, entonces te recomendamos que uses una mezcla de vinagre y agua tibia a partes iguales. Tan solo tienes que pulverizar sobre la superficie, dejar actuar unos minutos y después retirarlo con un paño de fibra o con la fregona. En cuanto a las juntas, tienes que preparar una pasta con bicarbonato de sodio y agua caliente. Después, con un cepillo aplicas esta pasta en todas las juntas, dejas actuar durante media hora y, a continuación, lo retiras con un paño.
Y tú, ¿cómo limpias los suelos de tus baños y cocina? No olvides seguirnos para recibir más trucos y consejos de la mano de Vivienda Saludable.