Limpiar los suelos laminados no parece una tarea complicada. Sin embargo, es necesario tener claras algunas cosas para no cometer errores que los puedan echar a perder, o los dañen de forma irreparable. Te damos algunos consejos que te vendrán muy bien para que puedas cuidar tus suelos laminados y mantenerlos como el primer día.
Los zapatos de los niños, que llegan siempre llenos de arena del parque. El trasiego diario de toda la familia. Los paseos de tu perro, si lo tienes… Las agresiones a las que se someten los pavimentos de tu casa son muchas y continuas. Por eso necesitas saber cómo debes cuidar los suelos, en función del material del que están fabricados. Hoy te contamos cómo limpiar los suelos laminados para que estén impecables.
Los suelos laminados son resistentes. Sin embargo, hay que tratarlos con cariño para que no se deterioren antes de tiempo. Para lograrlo necesitarás tener a mano algunas herramientas y materiales de limpieza: una aspiradora adecuada para superficies duras, una mopa de microfibra y un producto limpiador (no hace falta que lo compres, hoy vamos a enseñarte a hacer uno). Con esas tres cosas podrás limpiar los suelos laminados y conseguir que brillen como nunca.
Aspirar para limpiar los suelos laminados, mejor que barrer
Hay personas que no se habitúan al uso cotidiano de la aspiradora. Prefieren barrer con la escoba. Sin embargo, en el caso de los suelos laminados, es mejor acostumbrarse a pasar el aspirador a la hora de hacer la limpieza. Es la manera más efectiva de recoger todas las motas de polvo, cualquier alérgeno y también la arena que pueda entrar de la calle con los zapatos.
Esta arena, por muy insignificante que parezca, puede rayar el suelo si se pisa con los zapatos. Por eso es necesario que todos los miembros de la familia se acostumbren a cambiarse el calzado de calle por unas zapatillas de estar en casa. Así preservarán el suelo de los antiestéticos rayajos.
En cualquier caso, la mejor solución para atrapar y controlar la arenilla que entra de la calle es usar el aspirador, mejor que la escoba que acaba reubicando el polvo en lugar de eliminarlo. Si por alguna circunstancia los suelos están muy sucios, puedes barrerlos primero con la escoba y pasar después el aspirador.
Elegir el mejor producto de limpieza
El número de marcas de limpiadores especiales para suelos laminados que hay en el mercado es realmente increíble. Sin embargo, no necesitas tener muchos productos de este tipo para limpiar los suelos laminados. Más bien te bastará con un limpiador DIY que puedes hacer tú mismo con ingredientes muy sencillos.
Solo tienes que mezclar a partes iguales agua caliente y vinagre blanco. Si lo pones en una botella con pulverizador podrás rociar el suelo antes de pasar la mopa de microfibra. Verás cómo brillan tus suelos laminados.
Puede que esta solución de limpieza deje un olor fuerte en tu casa, el del vinagre. En realidad no tardará en desaparecer. Además, me gusta porque es una alternativa sostenible y muy respetuosa con el medioambiente, que no añade productos químicos a tus ambientes. Y sin apenas gastar nada de dinero.
Cómo tratar las manchas difíciles
No sabes cómo, pero el esmalte a uñas ha ido a parar al suelo. O el betún de los zapatos. Un chicle. O puede que hayas descubierto un rayajo de rotulador en el suelo del cuarto de los peques. Pues bien, si te ha ocurrido alguna de estas desgracias, recuerda la importancia de no usar limpiadores abrasivos ni estropajos, porque puedes estropear más todavía la superficie.
Para limpiar el esmalte de uñas puedes utilizar un algodón impregnado en quitaesmaltes sin acetona. Y el chicle sale mejor sin colocas un cubito de hielo y rascas con una espátula de plástico.
Cosas que no debes hacer
No lo mojes en exceso. Hay quien piensa que el suelo laminado es resistente al agua, y no es así. Por eso no conviene aplicar mucha agua ni fregarlo haciendo que se formen charchos. Si alguna vez lo friegas recuerda escurrir muy bien la fregona para que quede lo más seco posible.
No uses limpiadores a base de aceite, ya que dejan el suelo laminado apagado y sin brillo. Y también pueden provocar la aparición de manchas.
Tampoco debes usar lejía, ya que los suelos laminados son porosos y pueden absorberla, lo que los estropearía. Pueden salir manchas, cambiar el color o apagar el brillo de este tipo de suelos.
Y recuerda que, aunque los suelos laminados no son de madera, el sol directo puede estropearlos con el paso del tiempo, provocando diferencias de color. Lo mejor para evitarlo es proteger las ventanas con cortinas o estores que tamicen la luz solar.
Como conclusión, mantener limpios tus suelos laminados no es una cuestión compleja, ni requiere de una gran inversión de dinero. Un limpiador casero y el aspirador, y lo tendrás todo bajo control.
Puedes leer la entrada original y completa en de la revista online Decoración 2.0.