Lo primero que hicimos fue decidir qué queremos hacer, está claro que la pieza es preciosa, pero ya no nos gusta el acabado, nos aburre y además no se ajusta a la nueva decoración de la casa. También analizar los daños, como barniz pasmado en las patas, y muy dañado y agrietado en la tapa, arañzos y marcas de uso fáciles de quitar.
A continuación y antes de intervenir, retiramos herrajes, tiradores y cualquier aplique que encontremos, teniendo cuidado de no dañar la madera. Para eso introducimos una espátula fina y cuando conseguimos cierta holgura, hacemos palanca muy poco a poco con una segunda, así nunca dañamos la madera.
Una vez hemos hecho una buena limpieza de superficie para eliminar restos de ceras y limpiadores, elegimos un color apropiado hecho en el taller, Ellis, para la estructura y cajones, y decidimos pasar una espátula a modo de rasqueta de ebanista muy suavemente en el tablero, para retirar barniz nada más y ver qué tono aparece. Si es posible vamos a dejar que se vea la preciosa veta de cerezo natural en la tapa. No lijamos, porque nos llevaríamos mucha más madera que la que queremos y eliminaríamos toda la pátina de la madera.
Nos encanta este tono que aparece, así que simplemente damos una aguada suave y protegemos en este caso con barniz mate para que aguante el uso diario. Pasamos a las patas y el cajón. Como ya hemos limpiado toda la estructura, damos una mano de imprimación como preparación. Nos gusta mucho dar capas finas y delgadas de imprimación y no pintura de cal porque de esta forma conseguimos efectos de desgastado muy bonitos y además está mucho mejor preparada para resistir golpes y roces que si dieramos directamente pintura.
Tras dos capas de imprimación al agua y pulido entre capas, ya esta preparada la madera para aplicar una primera mano de la pintura acrílica Olga, y acontinuación Ellis. A continuación hemos hecho un suave decapé a nuestro gusto. Colocamos de nuevo los herrajes y lista. Os dejamos detalles del acabado final.
Preciosa tapa en su tono natural con toda la belleza del veteado sin teñir.
No hemos querido dar un acabado brillante, solamente hemos pulido el barniz con un poco de estopa nada más.
En este detalle se ve cómo hemos desgastado el tono “Ellis” sobre un azul un poquito más oscuro “Olga”.
El desgaste es muy personal, a cada uno le gusta de una forma y esto es lo que hace único cada mueble.
Qué buen trabajo Alicia!
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