En el taller, a veces buscamos piezas muy concretas, como este aparador a medida y con este acabado tan especial que nos pidió Lorena para decorar su nueva casa. Nosotros le ofrecimos este, nada que ver con la foto.. en principio claro, pero con muchas posibilidades de parecerse a él después de pasar por nuestras manos.
Las medidas eran bastante aproximadas, pero había que darle un buen cambio al frente de cajones y puertas.En esta ocasión me acompaña Alfredo en el taller. Hemos empezado por retirar herrajes, bisagras y todas esas molduras que enmarcaban puertas y cajones. Solo hay que aplicar un poco de alcohol para ablandar la cola e ir introduciendo lentamente las espátulas por todo el largo del cajón para levantar las molduras.
Los tiradores no nos convencían nada. Decidimos retirarlos también con el mismo método de las molduras y posteriormente taparlos con cola blanca y un cilindro de madera del mismo grosor que cortamos a ras con una sierra japonesa.
Una vez que ya están todos reintegrados empezamos la limpieza del mueble , para que todo adquiera el mismo tono tras la limpieza y poder teñir mejor. Necesitamos retirar todo ese barniz y suciedad adherida para llegar al color original y decidir qué tinte vamos a ponerle.
La veta de la tapa es preciosa y el acabado sale con bastante facilidad, sin necesidad de lija en ningún momento. Neutralizamos bien la mezcla de limpieza para poder aplicar el tinte y que no aparezca ninguna roncha o marca del producto anterior que nos estropee el acabado.
Al aplicar el tinte siempre hay que tener en cuenta dos cosas: el tono en seco y el acabado que hemos decidido dar al mueble. Si es barniz apenas variará el tono, pero si decidimos dar cera, al aplicarla el mueble ganará hacia un tono marrón con base muy oscura, que es lo que nos interesa en este caso.
En el interior de puertas y cajones ni siquiera hemos tenido que limpiar, hemos aplicado directamente con lana de acero nuestra cera artesana con esencia de mimosa, que además de reparar los arañazos ha dejado un aroma riquísimo dentro del mueble.
Seguimos desgastando exteriores hasta igualar el efecto que nos ha pedido Lorena para su mueble, vamos descubriendo muy poco a poco patas, aristas las partes más sobresalientes para crear un efecto natural.
Solo nos queda elegir unos tiradores que no resten protagonismo al mueble, buscamos algo sencillo, con estilo industrial . Hemos encontrado unos muy simples a los que vamos a dar un acabado envejecido para que se parezcan a lo que buscamos.
Detalle del desgastado del zócalo .
Y detalle de la tapa.
Creo que nos hemos acercado bastante al modelo original y el trabajo ha sido una gozada porque al trabajar con un mueble bien hecho con los frentes a base de reengruesos y no chapas finas como las actuales, todo es más fácil, tanto la limpieza como el teñido y pulido final.
Nos ha encantado y sorprendido el trabajo. Tanto Alfredo como yo pensábamos que era una pena tapar la veta de la madera pero al teñirla de negro ha ganado mucho y el desgastado se aprecia mucho mejor. La foto no hace justicia al precioso acabado que tiene, os lo aseguro, toda una belleza.
En el próximo post, un DIY a coste cero que os va a encantar!
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