La casa donde ahora vivimos tiene dos plantas, pero eran como dos casas separadas, por lo que tenía salón, cocina y habitación en ambas plantas. Hemos decidido hacer en el salón de abajo la habitación principal, y la antigua habitación, pequeña y sin ventanas, convertirla en un vestidor. Ay, ¡me hace una ilusión tener un vestidor! ¡¡Me siento como Carrie en la película de Sexo en Nueva York!! jajajaja
¡Os voy a enseñar cómo está quedando! Esta es la pared frontal, con el zapatero (comprado en eBay) y baldas sujetas en la pared (es el sistema Algot de Ikea)
En el hueco que antes ocupaba un armario, he colocado burros dobles con ruedas, para tener un espacio grande donde colocar abrigos, vestidos o chaquetas.
En la pared enfrentada a donde he colocado el papel pintado, más sistema Algot con barras de colgar prendas cortas arriba. Está sin terminar, porque abajo irán baldas y alguna cestita más para prendas pequeñas.
Como la habitación no era muy grande y tiene unos techos bajos, la opción de armarios cerrados no tenia mucho sentido, y pensé que lo mejor era usar sistemas de almacenaje ligeros para no dar sensación de agobio. Os voy a enseñar el antes y el después para que veáis como era la habitación y luego os cuento cómo lo hemos hecho, aunque aún no está terminado del todo.
Aunque no se aprecie mucho, era una habitación pequeña con una cama y una mesilla, y un hueco al lado contrario con un armario de tres puertas. Lo primero que hicimos fue darle una capita de pintura que iba pidiendo a gritos para dejar las paredes blanquitas.
En la pared del fondo, como el sistema de almacenaje que iba a usar era de metal, pensé que una pared de efecto ladrillo quedaría muy bien. Para hacerlo baratito y fácil me decidí por usar papel pintado texturizado. La verdad, no había colocado nunca papel pintado, y entre la pared que no era de lo mas liso, y mi inexperiencia tardé con dar con la fórmula de que quedara bien pegado. Eso sí, una vez cogido el tranquillo tardé muy poco en terminarlo. Para hacerlo bastan unas tijeras para cortar los trozos de papel a la medida, un cubo para hacer la mezcla del agua y el pegamento para papel decorado (en la caja vienen las instrucciones de la proporción en función del tipo de papel y la superficie de aplicación) y un cepillo de púas blandas para aplicarlo.
Después, como el sistema va a la pared toca colocar los rieles de suspensión. Hay que medir muy muy bien, y colocar al milímetro para que todo cuadre y no dejar la pared como un gruyere… ¡¡Por experiencia os lo digo!! Una vez tomadas las medidas, se taladran los agujeros donde irán las guías, se colocan los tacos, y se fijan con tornillos a la pared. Luego se colocan los soportes según nos convenga y encima van las baldas y complementos que escojamos.
¡Con esto ya podemos empezar a colocar la ropa! Eso sí, aún me falta montar un espejo-joyero que he comprado (se abre y dentro puedes colocar collares, pulseras y pendientes), una alfombra para hacer más cálido el suelo y un asiento para calzarte cómodamente… Pero ¿qué os parece por ahora mi vestidor?
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