40º de temperatura chicas, para morirse o más bien encerrarse en nuestros interiores con las persianas bien bajadas. Pero yo os las levanto un poquito, las que dan paso a mi vergel, hoy toca contaros y enseñaros varias cositas de martes caluroso...
Como mi nuevo camino de mesa extendido sobre la mesa de ratán bajo el cenador. Está pensado únicamente para colocarlo cuando nos tomemos algo al aire libre protegiendo el cristal de la mesa. Creo que queda mucho mejor sin él, sin embargo mantenerlo puesto es ideal para no tener que estar limpiando el cristal de manchas continuamente...
Lo escogí por ser del mismo color que todos los cojines de los sillones...
Y además cubre por completo el largo de la mesa...
¿Sabéis preciosas?, no queda del todo mal, es como si todo el conjunto quedará mucho más vestido y elegante. Lo mantendré colocado por ahora junto al pequeño Buda, los portavelas de estrellas, la corona muy sueca y el gran velón dentro del jarrón...
Además de mi nuevo camino de mesa hoy os doy un pequeño consejo jardinero. Proteger las plantas en flor del sofocante calor...
Mis coloridas vincas están preciosas, pero yo las mimo un poquito más refugiándolas del fuerte sol que marchita sus flores de manera fulminante. Para ello en las horas más fuertes del día las coloco en sombra, todas juntas, para así no tener que regarlas varias veces al día y conseguir que no se marchiten del todo...
Unas cuantas sobre el banco de vigas de tren...otra grande al refugio del enorme pino...
Y la de blancas flores sobre el poyete de la ventana...
Éste pequeño truco jardinero solo puedo realizarlo con pequeñas plantas en maceta, las que están plantadas en grandes jardineras deben permanecer a pleno sol, por ello se merecen varios riegos al día y pulverizaciones al anochecer que las doten de muchísima humedad ambiental...
El que si que permanece a pleno sol porque no le supone ningún problema es el rosal recuperado con su casita de pájaros pinchada en él ...
Y recientemente pintada con tinte especial para maderas...
Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii vergelianas, ese rosal comprado en Aldi por tan solo un euro...
Fijaros que maravilloso se ha puesto con mis pequeños mimos diarios. Tan solo tenía unas cuantas ramas cuando se vino conmigo a casa y rosas marchitas en sus puntas...
Ahora ya en nada se le parece. Ha empezado de nuevo a florecer tras su pequeña poda y ya asoma la primera de sus nuevas rosas blancas...Preciosaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
A ella se le unen montones de capullos semi abiertos que pronto me regalarán nuevas rosas...
Poblado de verdes hojas está...
Dentro de un brillante macetero de latón y repleto de piedras blancas que le ayudan a retener mucho mejor el riego y protegerlo de los fuertes rayos de sol...
Confieso que me daba un poquito de miedo tenerlo en mi vergel. Nunca se me han dado nada bien los rosales, era como un reto para mi. Un reto cumplido con total éxito...
Es más, viéndolo ahí sobre mi mesa, en medio del rincón de los sofás, como que me dan ganas de comprar unos cuantos más con los que embellecer mi terraza...
Aiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii preciosas como aprieta hoy el calor por estos lados. Ni bajo el cenador se alivia una de las altas temperaturas. Así que me vuelvo al interior dejando algunas de mis plantas refugiadas y a la sombra...
Eso si, un último vistazo hacia ellas desde la ventana del cuarto de Celia. Marta Lladó tiene muchísima razón. Vaya vistas tiene ella desde su habitación, es como el marco de un cuadro por el que asoma un maravilloso paisaje que admirar...
Begonias, vincas, agapantos, jazmines, hiedra, aromáticas, pequeños ficus y enormes pinos...
Sueltuda que es ella...
Hoy preciosas os dejo cositas de martes con las que refrescaros en este terrorífico día veraniego...
Mañana más, siempre que decidáis perderos por aquí...