Crear una zona de trabajo es muy sencillo, pero no sólo basta con elegir unas sillas de escritorio y unas mesas de ordenador y colocarlas en cualquier lugar, debemos intentar que esta zona sea lo más práctica y acogedora posible. Así que hoy vamos a ver unas sencillas claves para poder conseguirlo.
ENCONTRAR EL LUGAR ADECUADO
En primer lugar hay que encontrar el sitio adecuado donde colocar el espacio de trabajo. Si no disponéis de una habitación exclusiva para ello, habilitad una pequeña zona en cualquier esquina o rincón aprovechable.
En un rincón del salón, incluso detrás del sofá.
En nuestro dormitorio, entre la pared y una columna, o en el hueco de la ventana.
En una galería cerrada.
En una zona de paso o debajo del hueco de una escalera.
Si no hay sitio para un escritorio grande, nos basta con un tablero y unos soportes o una pequeña mesa abatible. La clave está en delimitar bien el espacio de trabajo de tal manera que consigamos la mayor comodidad e intimidad posible.
TODO EN ORDEN
Es muy importante que la zona de trabajo esté ordenada, un ambiente óptimo nos ayudará a potenciar la concentración. Así que en la medida de lo posible intentad tener el espacio suficiente de almacenaje para que esto resulte más sencillo.
Colocad estanterías y cajoneras, archivadores y accesorios que os permitirán tener todo los necesario a mano y facilitaros la tarea.
ERGONOMÍA
Para nuestro bienestar y comodidad, el mobiliario que elijamos debe cumplir ciertas características. Normalmente esto lo pasamos por alto porque prima más la cuestión estética que la práctica, pero no hay que dejar de lado la ergonomía.
La mesa debe tener unas medidas adecuadas. La altura aconsejable es de 75 a 80 cm y que cuente con un fondo de al menos 50 cm. La largura dependerá del espacio que tengamos y del uso que le vayamos a dar.
La elección de la silla también es muy importante ya que vamos a pasar muchas horas sentados. El asiento debe ser ergonómico, con un respaldo que sujete bien la zona lumbar, y a ser posible con apoyabrazos.
BUENA ILUMINACIÓN
Lo ideal es que el espacio de trabajo cuente con luz natural. Si es así lo mejor es colocar la mesa junto a la ventana, preferiblemente de manera perpendicular. Porque si tenemos una ventana detrás la luz incidirá sobre el escritorio y creará sombras molestas cuando trabajemos.
Si no poseemos de suficiente luz natural, intentaremos que la iluminación del espacio sea uniforme, dirigida y ambiental.
Uniforme: Mediante una luz general que no provoque sombras ni contrastes, ya que estos efectos cansan mucho la vista. Utilizad focos o lámparas de pie orientadas hacia las paredes o el techo.
Dirigida: Es aconsejable utilizar una luz potente que ilumine directamente la zona de trabajo, por ejemplo con un flexo articulado.
Ambiental: Colocad una luz suave que os ayude a relajaros en los momentos de descanso.
DECORACIÓN
Ya que va a ser un lugar en el que vamos a pasar bastante tiempo, sobre todo debemos conseguir un espacio de trabajo lo más agradable posible. Es aconsejable el uso de tonos neutros, evitando los colores llamativos, ya que os generarán nerviosismo y déficit de atención. Igualmente utilidad materiales y texturas que aporten calidez.
Es imprescindible que le deis vuestro toque personal, al fin y al cabo es vuestra “parcela” y debe ser un lugar inspirador. Llenadlo de cosas bonitas, ilustraciones, fotografías familiares, flores naturales, etc., cualquier cosa que os resulte agradable a la vista.
Por lo tanto, haced de él un lugar atractivo y motivador, no hay que olvidar que los pequeños detalles pueden suponer un gran cambio en la percepción de un espacio.
Imágenes: Pinterest
¿Cómo tenéis organizada vuestra zona de trabajo en casa?
*POST PATROCINADO
La entrada Crear una zona de trabajo en casa bonita y funcional aparece primero en Noveno Ce.