1. Busca un poco cinta adhesiva o americana dentro de tu caja de herramientas o cual sea el lugar donde la coloques. Pues sólo poniendo un trocito con algo dulce, como puede ser miel, y veneno, tendremos nuestra trampa casera para cucarachas. Lo ideal es colocarla dentro de los armarios de la cocina, baños o zonas de porche donde creamos que podamos tener este problema.
2. También puedes hacer tu propio veneno casero con los siguientes ingredientes: ácido borico, leche y azúcar pulverizada, también conocida como de repostería. Esta mezcla es altamente tóxica así que mucho cuidado si vivimos con niños o mascotas que puedan coger las bolitas resultantes.
3. Si hay un olor que las cucarachas detesten es el del pepino, no pueden soportarlo. Este remedio no va a conseguir matarlas, pero si que se mantengan bien alejadas de nuestras casas.
4. Mezclar a partes iguales azúcar con bicarbonato sódico. La premisa es bastante simple: el olor del bicarbonato de sodio les resulta desagradable, pero al mezclarlo con azúcar se verán tentadas a ingerirlo, lo cual es mortal para ellas.
5. Si sospechamos que las cucarachas vienen del jardín podemos plantar lavanda y laurel, ambos olores son muy desagrables para ellas y siempre evitarán por todos los medios acercarse a estas plantas.
6. La típica trampa de cartón que podemos hacer en menos de 5 minutos. Sólo tenemos que poner un cartón con poner pegamento y algo dulce para hacer de cebo, la pega de esta trampa es que luego es muy desagradable imaginarnos a todas pegadas.
7. ¿Más olores desagradables? Pon en los armarios de tus cocinas unas rodajas de cebolla para impregnar bien todo con su olor, es un repelente natural muy potente.
8. El amoníaco tiene un olor muy fuerte que también las hace huir así que podemos limpiar con este producto nuestro baño y cocina. Un recurso barato, fácil de llevar a cabo y que no nos costará nada ponerlo en práctica.
9. Parece que el ácido borico es uno de los venenos más eficaces, también podemos mezclarlo con yema de huevo y agua para hacer bolitas con la masa y ponerla a modo de pequeñas trampas. Siempre teniendo mucho cuidado al tratarse de un ingrediente tóxico.
10. Por último, poner algodones con lejía en cajones o esquinas donde las hayamos visto también resulta muy eficaz, sin bichitos que nunca se acercan a los olores fuertes así que vamos a aprovechar esa circustancia.