Hace veinte años el cuarto de baño era una estancia secundaria, con poca vida y con una decoración realmente pobre. Normalmente, no se le daba ninguna relevancia y en muchas ocasiones, era una zona que se intentaba esconder o no se mostraba casi nunca.
El gusto por el mundo spa y por cuidarnos ha hecho que poco a poco vaya ganando relevancia dentro de la casa. Se cuidan los detalles, se decoran con cuadros, jarrones, velas... Al mismo tiempo que se buscan saneamientos con nuevas prestanciones, diseños más atrevidos y nuevas funciones como las bañeras de hidromasaje o las duchas con efecto lluvía.
Los materiales han ido evolucionando junto a la estética de los cuartos de baño. Los nuevos materiales buscan limpiarse fácilmente y dar con nuevas texturas como los azulejos en relieve que cada día son más demandados. Al mismo tiempo las últimas tendencias apuntan hacia mezclas de texturas y color para dar más vida a la decoración.
Como no siempre contamos con todos los metros cuadrados que desearíamos, el plato de ducha se impone como la opción más práctica. Algunas firmas como Lasser han introducido en el mercado algunos conceptos realmente novedosos como las mamparas redondas con railes en el suelo.
Al mismo tiempo que el baño, como estancia, crecía en importancia, sus metros cuadrados se han reducido. Por ello el diseño debe ayudarnos no sólo a decorar, sino a aprovechar al máximo el espacio. Algunas marcas como IKEA han conseguido muebles modulares con diferentes compartimentos que nos ayudan a tener todo el cuarto de baño en orden.
Por último las formas redondeadas y sencillas son la protagonistas de un baño donde se busca relajación. Algunas series como Alessi baños nos transmiten esa sensación a través de sanitarios totalmente innovadores y materiales distintos para decorar como la madera en el suelo y el papel pintado en la pared.
Imágenes: IKEA, Alessi, Silestone y ASCER