Contar con una piscina en nuestro propio hogar es el mejor de los antídotos para librarnos del calor sofocante de los meses estivales. Si aún no posees una, no dejes de pasar por alto estos siete aspectos básicos que te ayudarán a conseguir la piscina perfecta para ti y tu familia.
Lo primero, el material
El mercado se encuentra saturado de todo tipo de piscinas: modelos hinchables, de fácil montaje y sobretodo muy económicos, de chapa de acero, más resistentes y recomendables si no piensas variar su ubicación constantemente, portátiles, fabricados en PVC, piscinas tubulares, compuestas de liner y acero, y finalmente piscinas de madera, elegantes y duraderas. Algunas de estas piscinas podrán colocarse sobre el suelo, o enterrarse parcialmente en la tierra para brindar un acceso más cómodo.
¿Dónde la ubico?
El terreno es otro de los aspecto claves a la hora de instalar nuestra piscina. Evidentemente, debe tratarse de un área nivelada y firme, aunque también es importante que nuestra piscina reciba la luz solar y se encuentre ubicada cerca de una toma de agua y de corriente eléctrica para garantizar el funcionamiento de algunos accesorios como la depuradora y el limpiafondos. Algunas personas prefieren colocar la piscina sobre una superficie de hormigón o emplear arena tamizada para evitar desniveles.
¿Dónde comprarla?
Afortunadamente para nosotros, Internet está permitiéndonos comprar artículos de calidad a precios más bajos que en mercado de tiendas clásico. Si quieres una piscina desmontable de primera calidad, buscas tiendas especializadas como ésta que te garantizan un producto fantástico con unos precios aún más fantásticos.
Sobre el filtro de agua
Los filtros de agua funcionan de la siguiente forma: el skimmer absorbe el agua de la piscina y la almacena en un depósito aparte donde será filtrada antes de ser devuelta. Este procedimiento permitirá limpiar la piscina de manera periódica, eliminando impurezas que no son visibles a simple vista. Dentro de los depuradores de agua más utilizados encontramos los filtros de arena, eficaces y muy duraderos, y los filtros de cartucho, más sencillos de instalar y de limpiar.
Mantenimiento de la piscina
Con el paso del tiempo, nuestra piscina requerirá de un mantenimiento periódico que le permita funcionar como el primer día. Lo anterior incluye revisar el liner, las mangueras de alimentación, la tornillería y el pH del agua, una rutina que debe ser ejecutada semanalmente. Al mismo tiempo, necesitarás pastillas de cloro para alargar la pureza del agua, o en su defecto emplear ozono, una técnica más eficiente que permite eliminar el olor del agua y oxigenarla, además de que no irrita los ojos ni la piel.
¿Enterrar o no enterrar?
Es un aspecto en el que debemos ser cuidadosos. Las piscinas desmontables están fabricadas para funcionar sobre la superficie, por lo que, si decidimos enterrarla, estaremos perdiendo la garantía del fabricante. En estos casos, conviene siempre acudir a un profesional, aunque si decides hacerlo por tu cuenta, te recomendamos que ubiques la piscina en una zona soleada y que no contenga tendidos eléctricos subterráneos. Del mismo modo, colócala lejos de los árboles y nunca la dejes sin agua. Antes de proceder, planifica bien la ubicación del skimmer, la escalera y la depuradora.
Durante el invierno…
Puedes optar por desmontar la piscina, en cuyo caso deberás limpiar adecuadamente todos sus componentes antes de almacenarlos en un lugar seco y limpio, o bien puedes dejarla montada. En este último escenario ten en cuenta que la piscina deberá permanecer llena de agua, tratada con productos químicos y sobre todo, cubierta. La depuradora y demás accesorios se almacenarán mientras no se utilicen. El nivel del agua se mantendrá por debajo del skimmer (unos 5 cm), y no te olvides de limpiar la cubierta periódicamente.
Sobre los limpiafondos
Los limpiafondos pueden ser de tipo manual o automático y se utilizan para eliminar las impurezas que se asientan en el fondo de la piscina. Los manuales resultan más económicos pero requieren de más tiempo y desperdician mucha agua. Dentro de los automáticos, se incluyen los hidráulicos, más sencillos y fáciles de manipular, eléctricos, poseen mayor autonomía y se adaptan a cualquier piscina, y finalmente los limpiafondos de batería, que no consumen el agua y resultan más prácticos.