Las tendencias apuntan hacia cocinas de colores fuertes, llenas de dinamismo y mucha alegría que las convierte en una de estancias más importantes de la casa. En algunas ocasiones, las encontramos integradas en el salón, lo que las ha convertido en zonas de descanso, relax y reunirse con los amigos. Este cambio de papeles ha revolucionado el diseño de cocinas en los últimos años.
Verdes, azules, morados, naranjas... todo está permitido a la hora decorar. Además los accesorios también se han contagiado de este derroche de alegría y cada vez es más común ver sartenes amarillas, servilleteros naranjas y cubos de basura personalizados. Al mismo tiempo, el cuarzo compacto ha hecho posible que está tendencia siga creciendo y explorando nuevas combinaciones.
El color rojo siempre llena de color cualquier cocina y combina a la perfección con el blanco. Si no tenemos mucho espacio lo mejor es poner muebles en laca muy clara y poner algún toque en rojo, como la encimera, textiles, cenefa... Algunos ejemplos de cocinas de este tipo son las Mirivc, UF y Bakard.
Alana74, Lourdin y Gogo nos presentan tres propuestas muy distintas. En primer lugar, apostamos por la elegancia del negro. Al haber elegido lacas de alto brillo amplia el espacio y contrarresta los efectos negativos de los colores oscuros. Lourdin se ha arriesgado con la combinación de morado y verde y Gogo resta sobriedad a los muebles blancos con su panel en lacobel.
Las foreras Miremselai, Sole1- y Tebial han preferido optar por los tonos neutros y mucho más sosegados para crear ambientes más acogedores y tranquilos. En estos espacios el uso de beis, tostados y marrones chocolate se hace básico e inunda toda la cocina. También es un acierto usar maderas en contraste con las lacas.