Para el proyecto, contaron con la ayuda de Yuste Laarmann Arquitectos Bcna (LYAB), un estudio de arquitectura de procedencia española-alemana que fundó su estudio en la Ciudad Condal en 2003 y ha hecho maravillosos trabajos, siguiendo unas líneas minimalistas y muy modernas.
Lo que primero llama la atención de este ático es lo organizado que está todo y la continuidad que tiene la decoración: se quiso marcar los límites más extremos del espacio, y permitir un recorrido visual lo más largo posible; todo gira en torno al gran mueble longitudinal acabado en madera de olmo teñido gris oscuro, que actúa como denominador común de todas las estancias, escondiendo electrodomésticos, equipos electrónicos de audio y vídeo y guardarropas, entre otros.
Han derribado la mayoría de los tabiques para quedarse con las estancias esenciales, que están casi fusionadas: el salón-comedor-cocina logra conseguir una armonía visual increíble, que hace que parezca sólo un salón. La cocina en esta casa estaba concebida como punto social de encuentro, más que como una estancia funcional, y como tal, se complementa con el área del salón.
El mobiliario usado en la cocina está formado por un conjunto frontal de pared y una isla; estos muebles constan de módulos extra anchos, con frontales sin tiradores en aluminio cepillado color bronce y encimeras y salpicaderos en piedra arenisca encerada.
El mobiliario color marfil de la vivienda –dormitorio conyugal y dormitorio infantil- está realizado en DM lacado del mismo color claro que las paredes, para no quitar protagonismo a las piezas principales.
Por último, destacar las instalaciones térmicas de la casa, que llevan el sistema Movinord. Consiste en tramas de tubos capilares alimentados con agua en circulación, bajo el yeso de los techos y paredes que forman zonas climáticas independientes dentro de la vivienda. De esta forma, se evitan los radiadores visibles en la vivienda y queda mucho más espacio para decoración.
Fotografías: Eugeni Pons