Energía, calidez, alegría, hospitalidad, positivismo... Son sólo algunos de los atributos de un color capaz de elevar el ánimo como pocos, el amarillo.
Sobre todo, el amarillo aporta luminosidad y tiene la cualidad de agrandar visualmente los espacios. Está claro que no es uno de los colores preferidos por la mayoría a la hora de decorar un espacio. Pero, más allá de su uso en paredes, que a mi me encanta, ¿habéis probado a introducir algún elemento de este color en vuestra decoración? Algún mueble, ropa de cama, cojines, un objeto decorativo... Pues el resultado es realmente sorprendente porque combinado con blancos, verdes, grises y azules aporta mucho dinamismo a cualquier estancia.
Para demostrároslo, vamos con algunos espacios decorados en este color combinado con los anteriormente citados.
Pero si no os atrevéis con tanto amarillo, hay otra opción: introducir algún elemento decorativo en este color. Un solo mueble, unos cojines, la pantalla de una lámpara... Veréis qué alegría dais a vuestra casa.