Hoy es oficialmente el primer día de la vuelta a la rutina, después de todo este tiempo sin publicar, de todos los cambios que he tenido a nivel profesional (que afectan a otros niveles), por fin estoy por aquí.
Volver a la rutina puede ser algo pesado, aunque debo reconocer que llevo semanas con ganas de publicar he querido esperar a esta semana, como la semana del inicio laboral del 2017.
Vamos a empezar despacio, sin prisas, dejando un poco que las cosas lleguen solas y a su ritmo. Con un ritmo lento, como el de el apartamento que os traigo hoy. Un apartamento para vivir disfrutando de las pequeñas cosas, de los placeres de una agradable conversación después de comer en esa bonita cocina, sentados en el banco entre mullidas mantas. O de disfrutar simplemente de contemplar el fuego, tan magnético y cautivador saboreando un buen chocolate caliente.
Las casas son para vivirlas, eso es algo que siempre he dicho, y las casas como la que vemos hoy en este post, con suelos en madera natural y ramos de eucaliptos, y tejidos suaves, son de las que te atrapan.
La cocina sencilla organizada en una linea, y muy funcional. A mi me gustaría con alguna moldura y tiradores, pero de esta sin duda, me quedo con la estantería empotrada, y con la zona de comedor junto la ventana. Con la mesa mas simple del mundo, se ha creado un rincón perfecto no solo para comer, sino para largas sobremesas, tardes de manualidades y pequeñas charlas de confidencias junto un bizcocho casero. Viva la vida slow.
Como broche final, me quedo con la chimenea en la habitación, dándole otro extra de confort y calidez a toda la casa.
Espero que os guste esta sencilla casa, que tengáis una feliz vuelta a la rutina y que no os agobies con las obligaciones diarias y sepáis combinarlo con los pequeños placeres de la vida slow.
Feliz lunes!!
Vía