Estocolmo es una cuidad fría en la que las horas de sol son escasas. Por ello, habitar un hogar en el que podamos olvidarnos de las bajas temperaturas del exterior se convierte en una prioridad absoluta. David Moreno es propietario de un apartamento en esta bella ciudad y ha conseguido que su vivienda desprenda una extraordinaria calidez.
Pero dentro de los 80 metros cuadrados de este rincón sueco levantado en 1884 hay espacio para mucho más. Todos los cuadros que se reparten por las habitaciones son fruto del excelente gusto artístico de sus dueños. Una vez más, vemos como la personalidad de los ambientes depende en gran medida de nuestras propias aportaciones.
El color blanco inunda el dormitorio, potenciando su amplitud. El orden reinante en las estanterías y la correcta disposición de las fotografías completan una estancia perfecta para el descanso y el recogimiento.La casa no había sido redecorada desde la década de los 70, así que David y su mujer pensaron en dotarla de elementos nuevos. Los suelos originales fueron restaurados y las paredes tomaron nuevas tonalidades.
La chimenea tradicional sueca responde al nombre de kakelugn. Su presencia, además de responder a una costumbre arraigada, es de gran importancia para resguardarse de las estaciones más gélidas.
Los muebles de corte moderno fueron seleccionados a conciencia. Gracias a elementos como la mesa auxiliar y los sofás, los actuales propietarios dotaron de un nuevo sentido al apartamento.
Sin duda, el aspecto más original de esta vivienda es la preocupación por decorarla con componentes únicos: todas las fotos en blanco y negro, así como las pinturas son obra de los habitantes del apartamento.
Agradecimientos: David, lector del canal de Decoración de facilisimo.com