FotoNo habremos hecho nosotras pulseras, collares, anillos, llaveros... con nuestras niñas y cientos de cuentas y cadenitas de todas las formas y colores inimaginables... Hasta un puestecillo callejero montaban en el parque donde los vendían por unos pocos céntimos... Seguro que todavía quedan por casa cajitas llenas, y sería cuestión de investigar, pues, aunque fruto de la casualidad, esta idea de decorar y dividir o separar espacios nos está resultando de los más atractiva. Lejos de aquellas imágenes sesenteras de cortinas de plástico mate en las puertas de entrada de las casas, quedan las que os mostramos a continuación, que decoran con delicada belleza.
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FotoY es que al final todo vuelve, aunque renovado con gusto y elegancia, ¿no creéis?